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Profundos cambios en el nuevo año

Termina un año más lleno de acontecimientos importantes en Cartagena, Colombia y el mundo, de tragedias, catástrofes y violencia, de momentos heroicos y triunfos deportivos, de incertidumbre política y cambios legislativos profundos.
En el país, varios mandatarios se enfermaron: el presidente Santos, el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro; el vicepresidente Angelino Garzón, pero la del alcalde de Cartagena, Campo Elías Terán, no sólo tuvo consecuencias personales, sino que originó un grave problema de gobernabilidad local, que aún no se ha superado.
En la ciudad hubo este año cinco alcaldes, además del elegido por 160.176 votos como el primer alcalde negro de Cartagena, cuatro en calidad de encargados: el exsecretario general Felipe Merlano; el asesor Óscar Brieva; el director del Departamento para la Prosperidad Social, Bruce Mac Master; y el designado por la Presidencia, Carlos Otero Gertds.
La crisis administrativa de la ciudad se sintió en todos las áreas y en consecuencia Cartagena vio aumentar y agravarse sus problemas acumulados año tras año y cuya solución parecía más cerca luego de la posesión de quien había prometido hacer historia y comenzaba a tomar decisiones en los primeros días de gobierno, que sin embargo se quedaron en buenas intenciones, y no propiamente por la enfermedad del mandatario, sino porque al cabo de un mes, el rumbo trazado en el programa de gobierno empezó a chocar con los intereses de los distintos sectores políticos que apoyaron a Terán en su campaña.
Este año, por contraste, Cartagena estuvo de nuevo en el centro de la atención mundial, especialmente por la celebración en abril de la Cumbre de las Américas, cuyo plato principal fue la asistencia del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. Más que las discusiones diplomáticas y los acuerdos más concretos que se firmaron en el evento, lo que llamó la atención de los medios del mundo fueron el escándalo de los agentes del Servicio Secreto con varias damas de compañía y la equivocación de Shakira al cantar el Himno Nacional.
El año nuevo encuentra a Cartagena sin un camino lo suficientemente despejado para abrigar esperanzas de que las cosas mejoren a corto plazo, pues ni siquiera se ha definido si tendrán que hacerse elecciones.
En Colombia, aparte de los cambios legislativos, hay que destacar dos hechos trascendentales que empezarán a tener consecuencias en el año que comienza: la sentencia de La Haya que nos quitó un amplio trozo de mar y las conversaciones de paz con las Farc.
Pero también hay que destacar, como hechos positivos, los éxitos de Radamel Falcao García, Mariana Pajón y los demás medallistas olímpicos que dieron a los colombianos satisfacciones inéditas.
Finalmente, entre los acontecimientos mundiales que nos afectan, los más importantes están la reelección del presidente estadounidense Barack Obama y la de su colega venezolano Hugo Chávez.
Fue un año coyuntural y que marca el comienzo de muchos cambios en nuestra ciudad y en nuestro país, de manera que deberemos encarar el 2013 con un nuevo espíritu.
Que el año que se inicia esta medianoche nos dé oportunidades para hacer que nuestras vidas sean creativas y edificantes.
¡Feliz 2013!

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