Acompañamiento psicosocial y asesoría jurídica para emprender acciones legales contra sus agresores son los servicios principales que encuentran las víctimas de la violencia de género, que acuden al Centro de Orientación a la Mujer (Comujer), adscrito a los programas de Trabajo Social y Derecho de la Corporación Universitaria Rafael Núñez.
Comujer funciona hace cinco años en Cartagena y Barranquilla y “surgió como parte del proyecto educativo de la CURN, alineada con la misión de la institución de defender los derechos humanos y proteger a la población vulnerada. Esta iniciativa también está alineada a los objetivos del milenio, acordados a nivel internacional”, explica Carlos Almanza, decano de Ciencias Sociales y Humanas de la universidad en mención.
Este centro de orientación cuenta con profesionales en derecho y trabajo social y además de estudiantes de estas carreras que realizan sus prácticas profesionales, logrando poner en práctica lo aprendido en aula, al tiempo que se sumergen en el contexto local y se sensibilizan sobre la realidad que afrontarán una vez egresen.
La labor de Comujer no es aislada sino que está articulada con instituciones que conforman las redes de atención a víctimas, como la Secretaría de Participación Distrital y es a partir de ahí que conminan a las afectadas a recibir asesoría. “Tenemos dos practicantes en esta oficina y son ellos quienes están atentos a los casos que podemos atender”, anota Almanza.
Además, están presente en las casas de justicia de Canapote, Chiquinquirá y El Country, unas de las primeras instancias a las que acuden las mujeres maltratadas. En este segundo semestre de 2021, Comujer ha atendido 120 casos de mujeres violentadas.
La situación local
En Cartagena, además del maltrato físico y sicológico, es recurrente la violencia económica y de carácter patrimonial que se caracteriza porque la pareja o expareja de la víctima no cumple con sus obligaciones económica, “generando cargas adicionales a la mujer y ocasionando que esta deba abandonar sus proyectos de desarrollo como individuo. También afecta a los hijos”, indica Carlos Almanza.
El decano de la CURN agrega que a pesar de las constantes campañas de sensibilización sobre la violencia de género, en la ciudad y en la costa Caribe aún predominan los patrones culturales que impiden a las mujeres ejercer de manera adecuada sus derechos, pues son muchos los casos en los que las denuncias no son tomadas en serio por los funcionarios de la ruta de atención. Por lo anterior, el académico considera que es necesaria una educación en cultura política con enfoque de género.
Otra desventaja que desde Comujer se identifica gracias a su trabajo articulado con entidades oficiales es que algunos de los servicios no tienen continuidad y por lo tanto, la atención que requieren las víctimas no es eficaz. “Por ejemplo, las casas de acogida que son hogares de paso donde permanecen las mujeres maltratadas que no tienen a dónde ir, no es un servicio permanente por lo que cuando no está funcionando, no se les ofrece una atención oportuna”, destaca el académico.
Atención a migrantes con enfoque de género
Las proyecciones a mediano y largo plazo de Comujer incluyen contribuir a mejorar la capacidad de atención local a migrantes, con un enfoque de género pues es común que tanto mujeres como niñas que llegan a la ciudad proveniente de otros países y en condición de pobreza sean explotadas sexualmente y laboralmente, por lo que es necesario crear una red que atienda estos casos.
Además, este centro de orientación planea aportar a mantener las casas de acogida, trabajando de la mano con el Distrito.
Si tú o alguien cercano es víctima de la violencia de género, busca ayuda jurídica y psicológica en las oficinas de Comujer, ubicadas en el Centro, Centro Cívico, plazoleta de Telecom, Cra 10A #32C-24 – 3er piso.
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