El sector marítimo, olvidado durante décadas, se ha logrado visibilizar recientemente porque durante la pandemia ha sido de los pocos que continuó actividades sin cesar cumpliendo con todos los protocolos de bioseguridad y es uno de los llamados a propulsar la reactivación económica del país.
En medio del nuevo interés por el sector que ha provocado esta coyuntura, la sociedad aplaude la firma del Decreto 1156 que pretende fomentar la industria astillera, sin embargo, representantes del gremio aseguran que la expedición de esta norma no corresponde con sus necesidades.
Jaime Sánchez Piedrahíta, vicepresidente de Astivik Shipyard, un astillero cartagenero con más de 47 años en el mercado y de los más importantes en el Caribe, afirma que “si bien es cierto que es un importante avance destacando la buena intención de este gobierno con el liderazgo de la vicepresidente de la República , nos estamos quedando muy cortos en las acciones para incentivar la industria, desaprovechando que el Gobierno entiende los beneficios que este sector puede generar al país dejando por fuera los aspectos más importantes para generar competitividad, aumentar las exportaciones y generar empleos en el país, pues este decreto poco hace por la industria astillera al ser una adaptación del sector automotriz que difiere mucho de la dinámica de la construcción de embarcaciones”.
Sánchez dice que “es importante resaltar que en Colombia no tenemos producción en línea de embarcaciones y que cada cliente tiene necesidades muy particulares, por tanto exige embarcaciones específicas con márgenes de tiempo muy reducidos, limitando en gran medida la aplicación del decreto, adicional a esto el decreto excluye por completo las actividades de mantenimiento y reparación siendo estas las actividades que más se desarrolla en el país, lo que dificulta que a través de dicha ley realmente se fomente la construcción naval y en general la industria astillera”.
Jaime Sánchez Piedrahíta, vicepresidente de Astivik, astillero con la mayor capacidad de levante de embarcaciones en Colombia, que ha conquistado mercados en más de 20 países alrededor del mundo y exporta servicios de alta calidad, indica que el gremio, con el apoyo del Gobierno, debe seguir enfocado en la lucha por construir una verdadera política de fomento, orientada a la generación de empleo y la competitividad del sector; que incluya beneficios tales como la exención de renta y tasas de créditos favorables para armadores que prefieran la construcción nacional de embarcaciones, que permita reinvertir el impuesto de renta de los astilleros en tecnología de punta e infraestructura, que elimine el exceso de trámites aduaneros y administrativos, que retrasan los proyectos y restan competitividad.
Lucha contra la adversidad
Jaime Sánchez Piedrahíta destaca que pese a las dificultades de operar un astillero en condiciones tan desfavorables, y a todos los retos por superar, los cartageneros pueden sentirse orgullosos de contar con una empresa como Astivik que genera más de 2.000 empleos entre directos e indirectos, ofrece servicios certificados con estándares internacionales y productos de alta complejidad e impacto internacional y que muestra lo mejor del talento local, exponiendo no solo el potencial de esta industria sino las ventajas que Cartagena representa para este servicio.
“Nos ganamos la confianza de clientes internacionales que año tras año nos visitan luego de lograr romper el desafortunado estigma que aún existe de nuestro país en el exterior, y regresan convencidos de que Cartagena es el mejor lugar para recibir los servicios navales, no solo por el estándar de calidad que ofrecemos, sino por la magia que envuelve a esta hermosa ciudad”, señala Jaime Sánchez Piedrahíta, vicepresidente de Astivik.
Agrega que“en Astivik seguiremos trabajando para desarrollar el mar de oportunidades latente en la prestación de nuestros servicios, que se verá reflejado en grandes inversiones en tecnología e infraestructura, generación de empleo tecnificado y de calidad, en desarrollo tecnológico e innovación Cartagenera al servicio del mundo, y que indiscutiblemente impacta en nuestra querida sociedad. Estamos convencidos de que con el trabajo mancomunado entre los gremios y el Gobierno se superarán las barreras, lo que permitirá posicionar a Cartagena como el hub de mantenimiento, reparación, diseño y construcción de embarcaciones del Caribe”.
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