El Caribe colombiano es una de las regiones más ricas del país, no solo por su cultura, ecosistemas y posición geográfica privilegiada, sino también por la variedad de platillos que se ofrecen en cada una de sus poblaciones.
El departamento de Bolívar, por ejemplo, gracias a su extensión reúne gran variedad de ingredientes y preparaciones, muchas de ellas heredadas de generación en generación. Este amplio abanico de posibilidades garantiza una experiencia gastronómica completa e inolvidable para cualquier persona, ya sea un turista o alguien que ha crecido con estos sabores en su mesa.
Un testigo de la riqueza de Bolívar es el cartagenero Charlie Otero, chef del restaurante Kazabe, ubicado en el Hotel Cartagena Plaza, que se dedica a resaltar los platos e ingredientes típicos del Caribe, especializándose en este departamento. Según cuenta, su fascinación por la comida colombiana lo ha llevado a recorrer todo el país, pero especialmente la región Caribe, descubriendo los secretos culinarios más autóctonos para aplicarlos a su cocina.
“En la región nos encontramos con una gran riqueza natural que se ve representada siempre en las costumbres culinarias de todos los hogares bolivarenses. Con toda la riqueza natural que cuenta el departamento, la tarea es ir a los orígenes de nuestra gastronomía y rescatar los productos y preparaciones tradicionales, eso sí, sin olvidar que estas deben ser innovadoras para poderlas mostrar al mundo”, comenta Otero.
Hacer un recorrido gastronómico desde el sur de este gran departamento hacia el norte, hasta llegar a Cartagena, es vivir una aventura en la que el corozo, tamarindo, coco, ñame, pescados, postres, bollos y fritos son protagonistas y acompañantes en cada parada.
Entre tanta diversidad natural y culinaria, el chef de Kazabe resalta los sabores de los dulces que se producen en el departamento. “La Semana Santa es una buena época para que turistas y propios compartan y disfruten estos sabores”, dice.
Cada población de Bolívar tiene su propia mezcla cultural que, al final, se ve reflejada en sus platos. El trabajo de chefs como Otero, que se decidan a resaltar los sabores típicos, termina siendo esencial para mantener las tradiciones y explotarlas desde un punto de vista de la alta cocina.
“Cada plato, por simple que parezca, cuenta la historia de toda una población o región porque se unen factores mágicos que son invenciones de nuestra tierra. La mejor palabra que describe la comida y la cocina de la región es ‘diversidad’. Todos los productos de nuestra tierra cuentan con cualidades únicas y extraordinarias. Con una gastronomía tan diversa, es difícil decidirse por un solo ingrediente o producto para utilizar en la cocina”, finaliza el chef de Kazabe.
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