Una emoción quita dolor, quita miedo y quita amargura. Celebrar un gol en medio de una partidura de cabeza no se olvida y menos cuando ese gol representa un hecho histórico para tu país. Jamás habrá pérdida de memoria en esa acción de Freddy Rincón ante Alemania en el Mundial de Italia 90, la misma que significó la clasificación, por primera vez, a la segunda ronda en esta clase de torneos. Ese momento lo describe Alejandro Pino, reconocido periodista deportivo del país, tocándose la cicatriz que le quedó aquel 19 de junio.
“El gol de Rincón es un recuerdo especial para mí, tenía 10 años. Recuerdo que cuando se iba acabando ese partido, me iba acercando poco a poco al televisor. Cuando empieza la jugada con el ‘Pibe’ Valderrama y el ‘Bendito’ Fajardo, me subo a la cama. En el momento que Freddy Rincón hace el gol, pegué un brinco y me abrí la cabeza con el techo. Ese gol lo llevo marcado, literalmente, en la cabeza”, expresó Pino a este medio.
Y no era para menos, Colombia le acababa de empatar a la que posteriormente fue campeona de ese Mundial y una de las mejores selecciones de la época. Por eso ese gol lo cantó William Vinasco Ch con el alma, pegando un grito que asustó a los alemanes que estaban cerca de su sitio de transmisión en el estadio San Siro de Milán.
“Para mí es el gol más importante de la historia del fútbol colombiano, un gol que nos llenó de ilusiones y esperanzas porque Colombia pasaba a la siguiente ronda ante el equipo que a la postre fue campeón de esa Copa del Mundo. Gracias a Dios tuve la oportunidad de vivirlo y transmitirlo a los colombianos”, dijo William, uno de los más grandes narradores de fútbol que ha dado el país.
“Colombia, Dios mío”, cómo olvidar esa frase cuando el ‘morocho’ se acercaba al arco alemán custodiado por Bodo Illgner.
Más recuerdos
El 19 de junio del 2020 se cumplieron 30 años de este partido histórico ante Alemania Federal. Octavio Mora, otro periodista de renombre del país, también nos contó ese grato recuerdo.
“Por tratarse del primer Mundial al que asistía, sumado a la presencia de la Selección Colombia tras 28 años de ausencia, se convirtió en una maravillosa experiencia. Fui enviado por la Cadena Univisión de los Estados Unidos con una logística y un cubrimiento impecable. El gol de Rincón lo viví como un verdadero milagro, los colombianos en el estadio San Siro de Milan, incluyendo los periodistas, hicimos temblar las estructuras del escenario con nuestros gritos repletos de emoción, fue un verdadero milagro, claro con el respaldo de una Selección llena de virtudes individuales y colectivas. Por la jerarquía del rival ha sido el mejor partido jugado por la selección Colombia en un Mundial de Fútbol”, sostuvo el ‘Académico’.
“Tuve la fortuna de integrar el grupo de OTI Colombia. A mí me tocó el partido entre Yugoslavia y Emiratos Árabe, pero con la mente puesta en el partido de Colombia ante Alemania. Cuando Rincón hace el gol, olvidamos todo lo que estábamos haciendo. Lloramos, reímos y gozamos. Recuerdo que ese gol generó un llamado de atención del coordinador de la transmisión. Pudo más el sentimiento en ese momento”, expresó, por su parte, el periodista Mario César Otálvaro.
Muchas anécdotas
El gran Wbeimar Muñoz recuerda ese día con mucha particularidad, y ni hablar de Iván Mejía. Muñoz vivió el gol en el estadio y al lado del desaparecido Edgar Perea.
“Estaba comentando con Edgar Perea. Cuando Alemania nos marcó el 0-1, Edgar no quería hablar más y puso la cara contra el pupitre de transmisión. Después de un rato le pegué un codazo y lo hice reaccionar. Retomó el relato, justo cuando Colombia recuperó el balón y comenzó la tocata para el 1-1. Recuerdo que cuando terminó la narración, me pasó por la mente una canción de moda de Gigliola Cinqüetti y mi comentario fue: “Dios como te amo... Dios cómo te amo. Hemos pasado en un segundo del infierno a la gloria... de la agonía al éxtasis. Ya estamos en la segunda fase de la Copa Mundo”, recuerda Wbeimar.
“Estaba en el estadio San Siro en la tribuna de prensa, al lado estaba Fabio Poveda (q.e.p.d). Recuerdo que en esa época vendían cardamomo (semillas medicinales) en las calles de Bogotá y yo había llevado una buena cantidad. Estábamos viendo el partido y comiendo cardamomo. Cuando llegó el golazo de Freddy, Fabio y yo, muy gordos los dos, nos subimos al pupitre de prensa a cantar el gol en medio de la sorpresa de los colegas del mundo. Los asientos no resistieron, se quebraron, Poveda y yo terminamos en el piso golpeados pero felices. Es una de las anécdotas más simpáticas de mi carrera profesional de 50 años en el periodismo”, recordó, por su lado y con mucho agrado, Iván, uno de los periodistas deportivos más reconocidos.
A propósito de Edgar Perea (q.e.p.d), Stewil Quesada, periodista de Barranquilla, asegura que ese gol de Freddy Rincón fue el de más emoción para ‘El Campeón’. “El gol ante Alemania fue el de más emoción para Edgar Perea en su carrera como narrador”, dijo Quesada, quien ese 19 de junio estaba en las oficinas de El Tiempo viendo ese histórico partido.
Colombia vs Alemania también lo pudieron ver las nuevas generaciones gracias a la repetición que hizo hace pocos días el Canal Caracol. Los jóvenes fueron testigos del gran fútbol que mostró nuestra Selección ante los alemanes. Esa repetición refrescó la memoria de Campo Elías Terán Jr, quien era un niño en aquel instante. Corría el minuto 47 del segundo tiempo cuando Valderrama filtró el balón a Freddy Eusebio y este definió con categoría.
“Ese gol de Rincón está entre los tres más importantes de la historia del fútbol colombiano. Los otros son el de Iván Ramiro Córdoba en la final de la Copa América y el de James Rodríguez ante Uruguay en el Mundial de Brasil 2014”, sostuvo ‘Campito’, periodista cartagenero de Win Sports.
Alejandro Pino celebró el gol con una brecha en la cabeza, mientras Adolfo Pérez, comentarista de William Vinasco, lo hizo con muleta incluida, pues se fracturó un tobillo en Italia, pero eso no fue impedimento para celebrar a lo grande.
“Cuando llegó el gol, las muletas volaron por el estadio, la alegría fue inmensa”, aseguró entre risas el gran Adolfo, otro que fue testigo de aquel 19 de junio de 1990. Fue un bendito día, así como el apodo de Fajardo, jugador que su fútbol brilló en Italia.