Hacer fila, recibir la dosis y esperar para ver si hay reacción alérgica. En total, un máximo de cuarenta minutos para ser vacunado contra el coronavirus en Portugal, donde se ha pisado el acelerador ante el temor de que nuevos atrasos de las farmacéuticas trunquen su fecha para acabar con la pandemia.
Al igual que en el resto de países de la Unión Europea, las dosis se inyectan desde el 27 de diciembre en Portugal, que cuenta con un modesto balance dos meses: apenas un 3 % de la población del país, de diez millones de habitantes, está ya inmunizada, es decir, tiene las dos dosis.