El camino para llegar ahí sigue siendo el mismo, pero ya no es igual. Esa carretera que pasa entre el dormido Volcán de Agua, cerca de la colonial ciudad de Antigua, y el coloso de Fuego, ahora pasa por tramos a un costado de la original y hay puentes prefabricados encima de los cauces que creó el material piroclástico.
El lodo incandescente que se acompañó de rocas y árboles continúa encima del pueblo, ahora desolado, salvo en la avenida principal y en las secciones donde trabaja la Fundación de Antropología Forense de Gutemala (FAFG) y donde pasan los camiones y maquinaria del Gobierno que extrae la tierra.
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