España y el pecado de no renovarse

AP
SAO PAULO, BRASIL
14 de Junio de 2014 07:21 pm
  • España no se renovó para el Mundial y podría sufrir las consecuencias. // AFP ORLANDO KISSNER

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Es un pecado que se está convirtiendo en tendencia para los campeones defensores en la Copa del Mundo, reacios o incapaces de regenerarse y en cambio sometiéndose a ser leales hasta el final con sus veteranas luminarias.

¿Acaso Vicente Del Bosque no tomó apunte de la suerte de la Francia de 2002 y la Italia de 2010, vigentes campeones que insistieron en la vieja guardia y terminaron despidiéndose a las primeras de cambio en el Mundial?

Luego de la bochornosa goleada 5-1 sufrida ante Holanda en el debut, el entrenador de la selección española empuña el orgullo propio para que su envejecido equipo se mantenga de pie en Brasil.

"Un deportista no se entrega y busca la victoria en el siguiente partido".

"No es momento de buscar culpables".

"Tenemos que mirar hacia delante y pensar en ganar a Chile".

Todas frases de cajón por parte del "Marqués", el impasible técnico de 63 años, al mando de una selección que vino a este Mundial con la intención de completar el descomunal hito de sostenerse como vigente bicampeón europeo y del mundo.

Pero también soltó una frase para mantener a raya los inmediatos reclamos de cambios en el once titular de cara a los partidos ante Chile y Australia por el Grupo B: "No va a haber revolución".

Posiblemente le asista razón. Ponerse a hacer cambios radicales en pleno Mundial no se antoja como sensato. Otro arquero por Iker Casillas, sentar a Xavi Hernández o Andrés Iniesta para poner a Koke Resurrección, y que Javi Martínez entre como variante por Xabi Alonso o Sergio Busquets en la medular sería imprudente para enfrentar los dos partidos en los que España se jugará la vida.

Los cambios debieron ser implementados meses atrás, pero Del Bosque optó por mantener la base del equipo que en Sudáfrica atrapó su primera estrella de campeón mundial, el momento cumbre para un grupo de jugadores que ha dejado un legado inmortal por su estilo de juego basado en la prolija circulación del balón que asfixiaba al rival.

Quince de los 23 jugadores de esta selección estuvieron en Sudáfrica. Este es el equipo que aparece en el octavo puesto en cuanto al rubro de longevidad entre los 32 participantes de este Mundial, con una edad promedio de 27 años y 284 días.

España tiene un grupo en el que hay cinco jugadores que superan el centenar de partidos internacionales: Casillas, Xavi, Alonso, Sergio Ramos y Fernando Torres. Xavi, su eje en el mediocampo, tiene 34 años y venía de su peor temporada en el Barcelona, una especie de admonición del riesgo que Del Bosque que asumía al reiterarle la confianza como uno de sus caudillos en la cancha.

Un recambio en España no debe ser traumático a sabiendas de los logros de sus selecciones juveniles. La Sub21, por ejemplo, ha ganado los últimos dos campeonatos europeos.

Esto de no renovarse, aunque sea un poco, ya lo vivió Francia en Corea-Japón 2002, un Mundial al que venía como amplio favorito para prolongar el reinado tras proclamarse campeón del mundo como anfitrión en 1998 y luego consagrarse en la Eurocopa de 2000. Su timonel Roger Lemerre llevó a 13 de los jugadores del combinado que derrotó a Brasil en la final de París en 1998, entre ellos Zinedine Zidane, Fabian Barthez, Patrick Vieira y Marcel Desailly. Pero acabaron convirtiéndose en el primer campeón en irse a casa a las primeras de cambios, incapaz de hacer un gol al perder 1-0 ante Senegal y 2-0 contra Dinamarca e igualar 0-0 con Uruguay.

Italia cayó en lo mismo en Sudáfrica 2010, con 11 sobrevivientes del equipo campeón de Alemania 2006, incluyendo seis de los titulares de la final que le ganaron a Francia (Gianluigi Buffon, Gianluca Zambrotta, Fabio Cannavaro, Andrea Pirlo, Mauro Camoranesi y Gennaro Gattuso). El plantel también incluyó a nueve jugadores mayores de 30 años. El resultado fue la eliminación en primera ronda, como últimos en su grupo, luego de empatar 1-1 tanto con Paraguay como Nueva Zelanda y finalmente perder 3-2 ante Eslovaquia.

Los españoles insisten que están capacitados para enderezar el rumbo, desvirtuando que se hable de fin de ciclo.

"A mí, personalmente, me dan igual esos comentarios, porque no hay nadie con nombre y apellidos que lo diga", dijo Ramos el sábado. "No se puede hablar de fin de ciclo porque sería una auténtica locura".