La epopeya del 58

El 29 de junio de 1958, once chicos todavía desconocidos, entre ellos Pelé y Garrincha, dejaban atrás el fantasma del Maracanazo y consagraban a Brasil campeón mundial por primera vez: "Saltamos el graderío y yo pensaba, Dios mío, soy campeón del mundo", recuerda 60 años después José Macia "Pepe".

El entonces delantero de la selección brasileña no jugó un solo minuto de aquel histórico Mundial debido a una lesión a las vísperas de la competición, pero fue parte del plantel que regaló a Brasil la primera de sus cinco estrellas tras ganar a los anfitriones suecos.

Los brasileños vencieron el duelo por 5-2, con dos goles de Vavá, dos de Pelé y uno de Zagallo y se convirtieron así en el primer país latinoamericano en conquistar el título en Europa.

"Nosotros saltamos el graderío y dimos la vuelta olímpica con los que habían jugado. Y yo pensaba: 'Dios mío, soy campeón del mundo, menudo orgullo'", rememora Pepe en una entrevista a Efe.

En el salón de su casa, donde exhibe orgullosamente incontables fotos, pinturas, trofeos y homenajes, Pepe describe los momentos que antecedieron el viaje y las expectativas que llenaban los bastidores: había "mucha confianza", estaban "a gusto" y el clima era "de amistad" entre los jugadores.

"En 1950, fue dramático. Perdimos la final por 1-2 ante Uruguay (en el Maracanazo). En 1954 Brasil tampoco fue bien, pero en 58 vino una generación nueva, confiada, que no temblaba", afirma el dos veces campeón mundial (1958 y 1962), quien mantiene hasta hoy fuertes lazos con Pelé, al lado de quien brilló en el "Ballet Blanco" del club Santos, una de las líneas de ataque más eficaces de la historia del fútbol brasileño.

"Pelé a veces se enfadaba conmigo, él y Coutinho. Me decía, 'joder Pepe, cruza el puto balón'", recuerda entre risas el exjugador que disputó 750 partidos por el Santos y anotó 95 goles vistiendo la "Canarinha".

Después del Maracanazo en 1950, los hinchas soñaban con el primer título, pero había un cierto descrédito sobre el triunfo de Brasil.

Sin embargo, las cosas cambiaron a medida que la selección avanzaba y enseñaba al mundo por primera vez el talento de toda una generación que se convertiría en ícono e inspiración del deporte más popular del planeta.

Sesenta años después del triunfo y con la atención puesta en el Mundial de Rusia, Pepe asegura que desde el primer momento todos los integrantes del mítico equipo pisaron Suecia "queriendo mucho el título".

"Fue una selección que fue brillantísima, con un fútbol de primera categoría", cuenta el exjugador.

A sus 83 años, Pepe recuerda como si fuera ayer cada detalle de su carrera. Y es que lo registra todo, desde los tiempos en que jugaba en la categoría infantil del Santos, en cuadernos en los que precisa fechas, resultados, público y destaques de cada uno de sus partidos.

La gesta conseguida está inmortalizada en el Museo del Fútbol de Sao Paulo, que esta semana inauguró una muestra en la que exhibe fotos y videos de la trayectoria de la selección de 58, así como fragmentos de entrevistas con los campeones.

Pepe sigue al día con lo que pasa en el mundo del balón a las vísperas del Mundial de Rusia 2018, seis décadas después de aquel primer título que coronó Brasil como el país del fútbol y pionero del "juego bonito". Se dice "confiado" de que el equipo de Tite "lo tiene todo para ganar" y traer a casa el sexto título.

"Estoy confiado, confieso que creo que Brasil tiene todo para ganar la competición", sostuvo Pepe, quien destacó la "altísima calidad" de los que visten la "Canarinha".

"Los chicos saben qué hacer y cómo ganar, porque muchos juegan fuera y ya conocen de cerca los adversarios. Es una ventaja que nosotros, en mi época, no teníamos", concluyó.

Para Pepe, Neymar es "la gran esperanza" para Brasil, que debutará el 17 de junio en Rostov frente a Suiza.

No obstante, confiesa ser un admirador de Messi, cuyas hazañas le "abruman", aunque sostiene que nadie puede superar al "Rey Pelé".

"Messi y Cristiano Ronaldo son jugadores extraordinarios, fantásticos. Pero igual al Rey, no existe. El rey del balón. Yo jugué a su lado, le vi hacer barbaridades", asegura.

"No existe equipo imbatible, pero ese de Brasil de 58 ... Esa fue una linda epopeya", remata.