Estos son los imponentes 12 estadios para el Mundial de Rusia 2018

Estadio Fisht. Sochi, Rusia.

En el estadio Fisht, en Sochi, Rusia, se jugará el España vs Portugal el 15 de junio. // AP Artur Lebevev.

Kazan Arena. Kazan, Rusia.

El estadio más bonito del Mundial, el Kazan Arena. // AP Sergei Grits.

Estadio de Samara, Rusia.

El estadio de Samara recibió su nombre por la forma de platillo volador. // AP Yuri Strelets.

Estadio Nizhny Novgorod, Rusia.

El Nizhny Novgorod es el más clásico del torneo con su forma circular y sus espectaculares columnas exteriores de mármol. // AP.

Estadio del Spartak de Moscú. Rusia.

El estadio del Shaktar, con capacidad para 45 mil personas, es conocido como Otkritie Arena. // AP Ivan Sekretarev.

Estadio Rostov Arena.

El Rostov Arena está situado a orillas del caudaloso río Don, en la capital de los cosacos que es conocida por ser el horno de Rusia con sus casi 40 grados en verano. // EFE ROSCOSMOS / HANDOUT

Estadio Volgogrado Arena. Volgogrado, Rusia.

El Volgogrado Arena (45.000) fue un antiguo campo de batalla, por lo que durante su construcción hallaron cientos de bombas y restos de soldados caídos en la batalla más sangrienta de la historia. // EFE.


EFE

Sáb, 06/09/2018 - 12:00


Doce estadios del siglo XXI, auténticas obras de arte de la arquitectura moderna. De los Urales al Báltico, los anfiteatros del Mundial de Rusia dejarán con la boca abierta a los aficionados por sus arriesgados diseños y los espectaculares parajes que les rodean.

Dicen que Rusia no es un país de fútbol, que el deporte nacional es el hockey sobre hielo. Quizás por eso, con ocasión de la Copa Mundial, el Kremlin ha decidido tirar la casa por la ventana.

Con la excepción de dos que conservaron sus fachadas históricas (Luzhnikí y Yekaterimburgo), todo los estadios mundialistas fueron construidos de cero.

La joya de la corona es el Luzhnikí (81.500 asientos), conocido como estadio Lenin hasta la caída de la URSS en 1991, que acogerá el partido inaugural el 14 de junio (Rusia-Arabia Saudí) y la gran final el 15 de julio.

Tras la remodelación, el coliseo moscovita ya es sólo estadio de fútbol, ya que se ha retirado la pista de atletismo, y más parece un anfiteatro de butacas que una arena deportiva.

El Luzhnikí, donde se jugó en 2008 la única final puramente inglesa de la Liga de Campeones entre el Manchester United y el Chelsea, aún conserva su legendaria estatua del fundador de la URSS, Lenin, que a buen seguro será uno de los monumentos más fotografiados del Mundial.

La segunda semifinal se jugará en el considerado estadio más caro del mundo, el de San Petersburgo, cuya construcción llevó diez años, más que el coliseo romano, y estuvo salpicado de numerosos escándalos, aunque su resultado es impactante.

Construido en un paraje espectacular, a orillas del golfo de Finlandia, este estadio (68.000) tiene un techo retráctil, que convierte un partido en la antigua capital zarista, sea en verano o en invierno, en un día en la ópera.

La pelota también rodará cerca del mar Negro, donde el estadio Fisht de Sochi (41.000) desafía las leyes de la naturaleza con su forma de concha o armadillo.

Escenario de los Juegos Olímpicos de Invierno en 2014, la ciudad conocida como la residencia de verano del jefe del Kremlin, Vladímir Putin, acogerá el que será sin duda el partido más atractivo de la primera fase, el España-Portugal del 15 de junio.

El estadio más bonito del Mundial es el Kazán Arena (45.000) -en gran medida por su pantalla gigante y su forma ondulada-, que es hogar del Rubín, el equipo que derrotó hace una década al todopoderoso Barcelona de Guardiola.

El mayor quebradero de cabeza de la organización fue el Cosmos de Samara (44.000), que recibió el nombre por su forma de platillo volante, y que fue inaugurado apenas un mes y medio antes del inicio del torneo tras numerosos retrasos en su construcción.

Además de Sochi, Kazán y Samara, también acogerá los cuartos de final la ciudad de Nizhni Nóvgorod (45.000), en el curso medio del Volga, cuyo estadio es el más clásico del torneo con su forma circular y sus espectaculares columnas exteriores de mármol.

Moscú será la única ciudad del torneo que cuenta con dos estadios mundialistas, ya que el del Spartak, conocido como Otkritie Arena (45.000) -que ha acogido ya encuentros de la Liga Europa y Copa Confederaciones-, albergará partidos de la primera fase y los octavos de final.

El que cumple mejor el lema de que el Mundial de Rusia no dejará indiferente a nadie es el Rostov Arena (45.000), situado a orillas del caudaloso río Don, ya que la capital de los cosacos es conocida por ser el horno de Rusia con sus casi 40 grados en verano.

Por suerte o desgracia, el fútbol no llegará a Siberia y lo más lejos que llegarán los aficionados en dirección Este será a la capital de los Urales, Yekaterimburgo, que separa Europa de Asia y cuyo estadio conserva la fachada neoclásica del antiguo velódromo estalinista (35.000).

La antigua Stalingrado, Volgogrado, no ha podido dar la espalda a su historia y, de hecho, el Volgogrado Arena (45.000) ha sido erigido en un antiguo campo de batalla, donde los obreros hallaron cientos de bombas y restos de soldados caídos en la batalla más sangrienta de la historia.

La sede más occidental del Mundial será Kaliningrado (antigua Konisberg y patria del filósofo Immanuel Kant), enclave separado de Rusia por Lituania y Bielorrusia. Su estadio (35.000), que se encuentra en una isla que tuvo que ser drenada a conciencia, es el más pequeño del Mundial.

La Rusia profunda también podrá vivir la pasión del Mundial. Saransk, una ciudad que no llega al medio millón de habitantes y que ni los rusos saben dónde está, recibirá en el Mordovia Arena (45.000) partidos de la primera fase.