Japón le dio un golpe en el mentón a Colombia

El estadio de Mordovia se vistió de amarillo, azul y rojo para el debut de la selección Colombia ante Japón, en la primera jornada del Grupo H, en el Mundial de Fútbol de Rusia.

El marcador fue sorpresivo 2-1 a favor de Japón, un golpe al mentón a una Colombia que quería debutar ganando.

Colombia llegaba como favorito, por nómina, por experiencia, por fútbol, pero se vio sorprendido por un gol de camerino que cambiaría la historia de lo que se trabajó para este compromiso. Al minuto dos se vino el balde de agua fría. Dávinson Sánchez se enredó en el fondo, la pelota le quedó servida a Shinji Kagawa, quien pateó y Carlos Sánchez metió la mano en el área. Penalti y expulsión del jugador colombiano.

Kagawa tomó el balón, engañó a David Ospina, le cambió la trayectoria y gol de Japón. Ese fue el 1-0.

Colombia, con 10 jugadores, salió a buscar el empate. A los 11 minutos, tras centro de costado, Radamel Falcao García empalmó con pierna izquierda, pero encontró al portero Eiji Kawashima bien ubicado.

Tres minutos después, Jefferson Lerma fue superado en marca, el balón lo filtraron por la derecha y Takashi Inui nos perdonó. Por poco se viene el segundo.

El juego no originó opciones de gol en los 16 minutos siguientes. Japón no arriasgaba y Colombia no podía superar el bloque defensivo del rival.

A los 29 minutos, Wilmar Barrios, el crédito cartagenero, fue llamado por el técnico José Pékerman para reemplazar a Juan Guillermo Cuadrado y así poder tener más equilibrio defensivo en el medio y más volumen de ataque por los costados.

A los 33, Falcao otra vez la tuvo, pero se le fue un poco largo el balón y no pudo empalmarlo de buena forma.

Cuatro minutos después, “El Tigre” fue derribado cerca del área. Juan Fernando Quintero tomó el balón y con confianza e inteligencia disparó a ras de piso a una esquina, la barrera se levantó y el portero Kawashima sacó el balón de adentro, por lo que el árbitro Damir Skomina (Eslovenia) lo validó. Segundos después, el Ojo de Halcón (instrumento tecnológico) corroboró la decisión del juez, pues el balón sí había entrado.

Con el marcador 1-1 terminó la primera parte, en un resultado ajustado a la realidad por lo que se vio en los primeros 45 minutos.

El complemento arrancó con la iniciativa de Japón, que sabía tenía un jugador más y debía sacarle provecho a esta situación. Colombia aguardaba, trataba de pararse bien atrás ´para elegir un ataque claro que le hiciera daño a Japón.

Los nipones agarraron mal parado a Colombia, pero Ospina impidió que Inui hiciera el segundo.

A los 57 minutos se vino a la cancha James Rodríguez en reemplazo de Quintero.

Con este cambio quedó claro que Colombia iba a arriesgar por el resultado y Japón también haría lo mismo. Entonces la lucha era por controlar el balón y darle el mejor uso.

El desgaste físico de la tricolor era más, pues tenía un hombre menos en la cancha y le tocaba correr más para copar los espacios.

A los 70 salió José Izquierdo y le dio paso a Carlos Bacca. El mensaje seguía siendo claro, Colombia iba a por el triunfo.

Yuya Osako, a los 72, se levantó tras tiro de esquina y marcó de cabeza el 2-1 a favor de Japón.

Entre el 75 y 77 tuvo el empate James, luego Bacca y después Óscar Murillo y ninguno de los tres pudo ser efectivo en jugadas claras de gol de Colombia.

El tiempo era el peor enemigo para la tricolor, que ya veía como el cansancio le pasaba factura y le quedaría difícil empatar el juego.

A los 86 minutos, Japón controlaba el balón, lo rodaba de un lado al otro y no permitía que Colombia lo tuviera. Al parecer solo sería de trámite lo que restaba para que Japón celebrara su primer triunfo ante ante la tricolor.

Y así fue. El resultado deja a Colombia con la necesidad de ganar sí o sí su segundo compromiso ante la difícil Polonia.