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Las marcas que se igualaron y los récords que se rompieron en Rusia 2018

El presidente de Francia Emmanuel Macron celebra gol de su selección en el palco de la FIFA

Las marcas que se van y las que quedan tras el final de Rusia 2018 // EFE ALEXEI NIKOLSKY / SPUTNIK / KREM


AP

Dom, 07/15/2018 - 19:26


Abundancia de goles

Con sólo un empate 0-0 en 63 partidos hasta ahora, este Mundial ha distado mucho de ser aburrido. 

Y para el momento en que Francia y Dinamarca jugaron aquel encuentro infumable, se habían disputado 35 duelos en los que se anotó al menos un gol. Ello rompió un récord del Mundial que había permanecido vigente durante 64 años. 

El torneo promedio 2,64 goles por cotejo, el segundo más alto de este siglo después de Brasil 2014. 

La marca absoluta de 5,38 dianas por encuentro, correspondiente a 1954, difícilmente se romperá alguna vez salvo que haya un cambio significativo en las reglas o formaciones. En aquel entonces, muchos equipos estaban a años luz de los mejores, lo que derivaba en muchas goleadas de 7-0 o 9-0. 

Los penales de Kane

Los equipos han anotado más goles de lo habitual, pero muchos no fueron particularmente bellos.

Hubo 12 autogoles, un récord, en parte porque la FIFA tiene parámetros más estrictos sobre los disparos desviados por rivales. Además, el uso del videoarbitraje (VAR) llevó a un aumento en el número de penales sancionados, hasta un récord de 29, 11 más que la marca previa, correspondiente a 2002. De esos penaltis, 22 fueron convertidos. 

Harry Kane tipificó la tendencia en su ascenso a la cima de la tabla de goleadores. El capitán inglés logró tres de sus seis goles por la vía del penal. Consiguió otro par en jugadas de saque de esquina, y su otro tanto fue en un contraataque a campo abierto y con un desvío. 

La tecnología moderna ha ayudado a que los equipos más modestos del Mundial elijan tácticas para frustrar a oponentes más poderosos. Sin embargo, ha habido algunos goles sobresalientes. El tiro combado del ruso Denis Cherishev ante Croacia, y el disparo del francés Benjamin Pavard ante Argentina, figuran entre los más espectaculares. 

Mbappe y El Hadary

Las jóvenes estrellas han dejado su marca, pero ninguna más que Mbappé, de 19 años, quien se convirtió en el jugador más joven en anotar dos goles en un partido del Mundial desde Pelé en 1958. Mbappé marcó el domingo en la final que Francia le ganó a Croacia. 

Los jugadores veteranos impusieron récords también. El arquero egipcio Essam El Hadary se convirtió en el jugador de mayor edad en haber jugado de inicio un encuentro del Mundial. A los 45 años, atajó en el duelo ante Arabia Saudí. 

El mexicano Rafael Márquez se convirtió en el primer jugador de la historia en alinear 11 veces como titular en el Mundial. Disputó su quinta Copa del Mundo, con lo que igualó a su compatriota Antonio Carvajal y al alemán Lothar Matthaeus. 

Los croatas infatigables

Croacia llegó a la final por caminos sinuosos. Se convirtió en la primera selección de la historia en ganar tres duelos consecutivos en tiempo extra en una Copa del Mundo. 

Ello totalizó 360 minutos de fútbol en la etapa de eliminación directa, el equivalente a un partido completo más que Francia, que recibió además un día adicional de descanso antes de la final. 

Buen Comportamiento

Tal vez conscientes de que la repetición podía derivar en que se les sancionara, los jugadores no infringieron tanto las reglas. Pero ciertamente han tratado de retorcerlas al menos. 

No ha habido una sola tarjeta roja por conducta violenta y sólo se registraron cuatro expulsiones en total. Si la situación persiste, será el número más bajo de la Copa del Mundo en 40 años. Es todo un cambio respecto de lo ocurrido en 2006, cuando se mostraron 28 tarjetas rojas, incluidas cuatro en un partido, cuando Portugal venció a Holanda. 

Sin embargo, ha habido varios casos de jugadores que han reclamado airadamente a los árbitros, que han perdido tiempo intencionalmente y que se han lamentado en el piso como si tuvieran una lesión grave en jugadas en que apenas los tocaron. La televisora suiza RTS calculó que Neymar pasó casi 14 minutos tendido en el césped durante los primeros cuatro partidos de Brasil.