Aquí solo importa es ganar
Aquí lo importante no es jugar bien sino ganar y avanzar, el torneo es corto y está diseñado para un fútbol práctico y eficaz. Lo demás es puro cuento.
No se jugó tan bien como ante Polonia, pero se le ganó a una dura Senegal y se pasó a los octavos de final del Mundial de Rusia. Esto último sí que importa.
El Mundial es un torneo de siete juegos: 3 en la fase inicial, uno de octavos, otro de cuartos, una semifinal y una final. Son solo estos partidos y nada más, entonces no se puede pretender que se juegue al fútbol de manera impecable cuando aquí no se puede ceder terreno.
Me atrevería a decir que es muy poco probable que a Colombia se le vuelva a ver jugar tan bien como lo hizo en el triunfo 3-0 frente a Polonia. Eso sí que resultará dificilísimo, casi imposible, pues a medida que se avanza son más las exigencias de los rivales.
Llegaron 32 selecciones y hoy quedan 16. Ninguno se quiere ir del Mundial y de seguro las selecciones tomarán medidas para no dejar jugar al contrario.
Por fortuna, la Colombia de hoy es diferente a aquella a la que se recuerda con la frase: “mucho toque y toque, pero de aquello nada”. Esa Selección, la de Higuita, “Pibe”, Rincón y compañía ilusionó, pero solo abrió el camino y nada más.
La Selección Colombia de hoy si la dejan jugar le da un soberbio paseo al rival, con elaboración de juego, tenencia del balón, cambios de frentes, triangulaciones, paredes y demás.
Pero si le cierran los espacios entonces busca opciones de ataque, variantes, así sea renunciando por pasajes al fútbol picante que tanto alegra a los amantes del fútbol.
Y sí... cuando se juega bonito y se gana resulta muy bacano, pero repito: en esta fase del Mundial esto poco se da.
Quedémonos en la retina con el brillante juego ante Polonia, pero si de aquí en adelante toca ganar 1-0 con coraje, corazón y solo en la pelota quieta celebremos todos llenos de felicidad...