Hinchas furiosos reciben a la selección brasileña en Rio y Sao Paulo

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RIO DE JANEIRO, AFP

Con insultos, empujones, llantos y recriminaciones llegó en la madrugada de este domingo la selección brasileña de fútbol a su país luego de la estrepitosa eliminación en cuartos de final del Mundial ante Holanda, por 2 a 1.

El principal blanco de las críticas fue el volante Felipe Melo, autor de un gol en contra que determinó el empate holandés y luego responsable de una agresión que terminó en su expulsión, cuando el equipo ya estaba en desventaja.
Después de diez horas de vuelo, el avión que transportaba a los jugadores de la 'canarinha' aterrizó en el aeropuerto carioca a las 02H00 (05H00 GMT) para permitir el desembarco de algunos futbolistas.
Entre ellos estaba Felipe Melo, elegido por periodistas y 'torcedores' como uno de los 'padres de la derrota', junto con el técnico Dunga.
Escoltado por un guardia de seguridad, el volante intentó eludir a los hinchas enfurecidos que le recriminaban su desempeño en el último juego y se refugió en una camioneta que lo esperaba, conducida por su padre.
En contraste, el arquero Julio Cesar fue bien recibido por los hinchas, que lo aplaudieron y le agradecieron su participación en el mundial.
"Estoy muy emocionado. Agradezco a la hinchada brasileña. Es fruto de tres años y medio de trabajo. La selección rescató el amor de la 'torcida' por la selección", dijo el guardameta antes de comenzar a llorar desconsoladamente. El jugador se retiró, confortado por su madre, en un auto particular.
Los jugadores Kleberson, Gilberto Melo, Juan y Thiago Silva también enfrentaron a la prensa, al igual que el médico José Luiz Runco y el asistente técnico Jorginho. Otros resolvieron eludir a periodistas y fanáticos, mientras el resto de le delegación siguió viaje hacia Sao Paulo.
El médico sorprendió al señalar que la situación del volante Kaká, principal esperanza y decepción del combinado en el mundial, no estaba en condiciones de disputar el torneo.
"Tal vez en otra situación Kaká ni jugaría la Copa del Mundo", dijo Runco. "Pero su voluntad fue muy grande", añadió, sin explicar las razones de su bajo desempeño.
En la terminal paulista de Guarulhos el descenso de la aeronave estaba previsto para las 04H30 (07H30 GMT) y más de 200 hinchas que esperaban a los jugadores se vieron absolutamente frustrados.
Es que las autoridades aeroportuarias, alegando razones de seguridad por los tumultos ocurridos en Rio pocas horas antes, decidieron que los miembros de la delegación salieran por una puerta alternativa para no enfrentar a los fanáticos ni a la prensa.
Así, los hinchas que trasnocharon para manifestarle su apoyo a sus ídolos sufrieron una nueva desilusión, mientras que quienes se preparaban para expresar su enojo por la eliminación se fueron todavía más enfurecidos con el desplante de Dunga y sus jugadores.