Al menos 35 policías resultaron heridos durante las protestas antiracistas que tuvieron lugar ayer domingo en Londres, en que otras 36 personas fueron detenidas, informó este lunes la ministra británica del Interior, Priti Patel.
Miles de personas asistieron a las doscientas manifestaciones y concentraciones pacíficas que se realizaron en varias ciudades del Reino Unido como Londres, Bristol, Manchester, Edimburgo y Glasgow, y en que, en el caso de la capital británica desembocaron en aislados enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
De los 35 agentes heridos, dos necesitaron asistencia hospitalaria por una herida en la cabeza y una lesión en el hombro ocasionada por el lanzamiento de una botella.
A las 36 personas detenidas se les imputaron delitos de desorden violento, daño criminal y agresión policial, si bien se trató de casos aislados, ya que, según Patel, 137.500 personas salieron a las calles y la inmensa mayoría se comportó de forma pacífica.
También sin violencia, una manifestación en la ciudad inglesa de Bristol terminó con el derribo de la estatua del comerciante de esclavos del siglo XVII Edward Colston, un controvertido monumento de bronce erigido en 1895 en el centro urbano, que los participantes derrocaron con cuerdas y llevaron rodando por las calles hasta arrojarlo al agua del puerto.
En una comparecencia en la Cámara de los Comunes, Patel se hizo eco de las palabras del primer ministro, Boris Johnson, quien afirmó que las protestas habían sido “subvertidas por la violencia” después de que algunos manifestantes se enfrentaran con la Policía y afirmó que el “vandalismo es completamente indefendible”.
El asesinato del afroamericano George Floyd el 25 de mayo en Estados Unidos ha generado una ola de protestas pacíficas y manifestaciones en contra del racismo en muchos países que piden acabar con la brutalidad policial y la discriminación contra las personas negras.
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