Austria retira a partir de mañana miércoles la cuarentena obligatoria de diez días para los viajeros provenientes de casi todos los países europeos, incluido España, siempre que presenten un certificado de vacunación o de haber superado la enfermedad o una prueba PCR negativa.
“En muchos países está bajando el número de contagios, así que en paralelo a la reapertura en Austria podemos hacer más fácil la llegada de viajeros”, explicó el ministro de Sanidad, Wolfgang Mückstein, sobre las medidas que entran en vigor el miércoles.
A partir de mañana Austria permitirá la reapertura de bares, restaurantes y hoteles, así como las actividades culturales y deportivas con la asistencia de público.
Una cuarentena de diez días continuará siendo obligatoria para aquellos que procedan de un país europeo con incidencia alta - actualmente Croacia, Lituania, Países Bajos, Suecia y Chipre -, salvo que estén vacunados o hayan superado la enfermedad.
Austria solo permitirá la entrada desde zonas con mutaciones -Brasil, India y Sudáfrica- a sus nacionales o residentes en Austria, y deberán cumplir la cuarentena, además de mostrar una prueba PCR negativa a la entrada.
Para los ciudadanos de cualquier otro país fuera de Europa, con la excepción de Corea del Sur, Australia y Singapur, la entrada al país está vetada salvo excepciones puntuales por motivos familiares o laborales.
Austria sólo reconocerá los certificados de vacunación de fármacos reconocidos por la Agencia Europea del Medicamento o la Organización Mundial de la Salud (OMS), con lo que la rusa Sputnik, muy usada en la vecina Hungría, quedaría excluida.
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