La portavoz adjunta del Ministerio alemán de Exteriores, Andrea Sasse, afirmó, al ser interrogada en una rueda de prensa ordinaria sobre la causa de la muerte, que el fallecimiento “no guarda ninguna relación con la función que desempeñaba” Hecker.
La pregunta indagaba en las causas de la muerte a raíz las dolencias que han reportado desde hace años diplomáticos principalmente estadounidenses en distintos países por motivos por el momento no aclarados y que se conocen como el “síndrome de La Habana”.
El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, lamentó por su parte la muerte repentina del diplomático y recordó la estrecha relación que había mantenido Hecker con la canciller, Angela Merkel, en su función previa como asesor.
“La muerte de Jan Hecker me conmueve profundamente. Estoy de luto por un asesor de muchos años y muy apreciado, de gran humanidad y extraordinario conocimiento”, aseguró Seibert citando a la canciller.
Merkel mostró además su “total agradecimiento” por el trabajo que Hecker había realizado a lo largo de los años y su estrecha cooperación.
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