Berlusconi sufre revés en elecciones locales

Aunque perdió por una sorprendente diferencia de 6,4 puntos porcentuales, la alcaldesa Letizia Moratti todavía tiene posibilidades de conservar su puesto en una segunda vuelta electoral. 
En dos semanas enfrentará a Giuliano Pisapia, un abogado de centroizquierda que pondrá a prueba la capacidad de Berlusconi de movilizar apoyo en Milán, escenario tanto de sus grandes triunfos como de juicios criminales que han dañado su imagen. 
“Parece que en Milán hay algun rechazo de Berlusconi. Esto no es un golpe de nocaut para Berlusconi, pero sí es un golpe”, dijo el analista político James Waltson, de la Universidad Americana en Roma. 
No sólo en Milán, sino en casi todas las elecciones municipales y provinciales, en las que votó casi la cuarta parte de la población, los resultados fueron adversos para Berlusconi y su socio de coalición, la Liga Norte. 
Ni Berlusconi ni Umberto Bossi, líder de la Liga Norte, hicieron declaraciones sobre los resultados. 
Los candidatos del premier enfrentan segundas vueltas el 29 de mayo en Milán, Nápoles, Trieste y Cagliari. La centroizquierda se impuso en sus baluartes de Turín y Bolonia en la primera vuelta. 
En Nápoles, el candidato de Berlusconi obtuvo mayoría de votos en la primera vuelta, aunque no los suficientes para arrebatar directamente la alcaldía a la centroizquierda. Berlusconi ha intervenido directamente en la crisis de la basura en Nápoles, adonde recientemente envió al ejército a limpiar las calles. 
La Liga Norte, que se opuso a la decisión del premier de enviar aviones a Libia con las fuerzas de la OTAN, perdió apoyo en 14 de 15 elecciones importantes, pero el resultado en Milán es considerado el más indicativo. Berlusconi jugó su propio prestigio y además está identificado con la ciudad donde fundió su imperio mediático Mediaset y es dueño del club de fútbol Milan. 
El influyente vespertino Corriere della Sera lo calificó de “golpe personal y político”, pero comentó que la situación “en realidad, sigue abierta”. 
Los analistas insinuaron que la virulencia de la campaña milanesa, con las diatribas de Berlusconi contra los fiscales que lo han acusado en más de una decena de juicios, resultaron contraproducentes para el premier.