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Chipre asumirá la presidencia de la Unión Europea en plena tormenta

AFP

27 de junio de 2012 06:50 AM

La República de Chipre asumirá el 1 de julio la presidencia semestral de la Unión europea, cuando la pequeña isla al oriente del Mediterráneo, siempre dividida entre una parte griega y otra turca, se encuentra en plena tormenta económica. 
“Lo que es importante para Chipre no es tanto mostrar que puede organizar dicho acontecimiento sino probar que puede hacerlo tan bien como cualquier otro miembro de la UE”, declaró a la AFP el portavoz de la presidencia chipriota Costas Yennaris. 
Miembro de la UE desde mayo de 2004 y de la zona euro desde enero de 2008, Chipre, que cuenta con unos 800.000 habitantes, es el Estado miembro más oriental de la UE y sus costas se encuentran a un centenar de kilómetros de Siria y de Líbano. 
Esta isla de unos 9.000 km2 está dividida desde la invasión de la parte nororiental por el ejército turco en 1974, en respuesta a un golpe de Estado de los nacionalistas griegos que querían su unión con Atenas. 
Casi 40 años después, una “línea verde” vigilada por la ONU, sigue separando las comunidades griega y turca. 
Sólo Turquía reconoce la República turca de Chipre del Norte proclamada en la parte ocupada. La República de Chipre, que reúne a los chipriotas griegos, es la única entidad reconocida internacionalmente. 
Las negociaciones para conseguir una reunificación de la isla se encuentran empantanadas, aún cuando una de las condiciones exigidas para la adhesión a la UE era que fuese unificada. 
Desde ya, Ankara anunció rechazar todo contacto con la presidencia de la UE en tanto sea ejercida por Chipre, e incluso evocó, frente al bloqueo de las negociaciones, un plan alternativo después del 1 de julio. 
“Existe el peligro de que la cuestión de la partición de Chipre o la aplicación de un plan alternativo turco destabilice la presidencia, pero Chipre quiere mostrar que es un miembro eficaz de la UE”, destacó Hubert Faustmann, profesor de Historia y de Ciencias políticas en la Universidad de Nicosia. 
El presidente comunista Demetris Christofias afirma no tener la intención de utilizar la presidencia de la UE para poner sobre el tapete la cuestión de la partición o de utilizarla como arma contra Turquía. 
“Los chipriotas griegos quieren cambiar su imagen y mostrarse como buenos europeos. Quieren jugar el papel de árbitro imparcial, en su calidad de pequeño país, no tienen demasiados intereses propios que defender en los grandes debates europeos”, declaró Hubert Faustmann. 
De todas maneras, la crisis financiera griega llegó en el peor momento para Nicosia, muy vinculada a Atenas. Las autoridades chipriotas acaban de pedir a Bruselas una ayuda financiera para sus bancos, el quinto país que lo hace. 
Varios bancos poseen cantidades importantes de obligaciones soberanas griegas que han sido considerablemente devaluadas. La desaceleración económica en el propio Chipre, que está ya en recesión, no está para mejorar la situación. 
Relegada al nivel de inversión especulativa por las tres principales agencias de notación, la nota de Chipre no le permite ya financiarse en los mercados internacionales de la deuda. 
Para 2012, el gobierno de Christofias, electo en 2008 y que no se presentará de nuevo para las elecciones de febrero de 2013, obtuvo de Rusia un préstamo de 2.500 millones de euros y los medios evocan un segundo préstamo para 2013. 
El precio que tendrá que pagar por la ayuda de Bruselas será sin duda más austeridad para un gobierno muy cercano a los sindicatos de funcionarios y que trata de mantener una fiscalidad muy favorable a las empresas (10%) permitiéndole tener numerosas filiales de sociedades extranjeras. 
Entre las tareas de su presidencia, Chirpe deberá organizar las discusiones sobre el presupuesto de la UE para los próximos siete años.

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