El trabajo con comunidades indígenas debe ser paciente, entender que ellos no dependen de un reloj o de jornadas laborales, y así lo entendió Cacao Hunter, que lleva seis años trabajando con los arhuacos, y ahora presentan su primer chocolate.
Se trata de un producto premium que ha sido desarrollado en tierras cercanas a la Sierra Nevada de Santa Marta, para luego llevarlo a Popayán, donde se realiza la producción de este chocolate con un delicioso suave amargo con ciertos toques frutales, en especial banano verde como nota predominante en el paladar.
Son seis años de labores con los arhuacos de la Sierra Nevada para lograr este producto, que además del sabor único, cuenta con un componente social y único.
"En la Sierra Nevada existe un cacao con altísimo potencial, muy frutal, y decidimos trabajar en su calidad para producir un chocolate con muchos aromas y sabores”, dijo Mayumi Ogata, catadora e investigadora de Cacao Hunters.
El cacao era utilizado en el pasado por esta comunidad indígena como bebida sagrada, que era consumida por los mayores como sinónimo de respeto y espiritualidad.
Ahora, en barra, aoarrce en el mercado ‘Arhuacos 72%´, una mezcla de aromas especiales con la cultura ancestral compuesta por una serie de variedades de cacao tipo híbrido, de alta calidad, cultivado a mano en las tierras de los Arhuacos en la Sierra Nevada de Santa Marta.
"El cacao ha sido una fuente de energía y ha tenido un valor cultural muy importante para los pueblos indígenas de la Sierra Nevada, durante mucho tiempo nos hemos olvidado de su importancia, hoy pareciera que estuviéramos retomando nuestras costumbres", afirmó el Mamo del Pueblo Arhuaco, Camilo Villafaña.
Además, han logrado rescatar estas especies casi únicas, conservando las variedades existentes en la Sierra Nevada de Santa Marta para injertar cacao blanco que en los próximos cuatro años, a partir de su siembra se tendrá el primer cacao Arhuaco blanco de origen.
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