La decisión del Gobierno Duque de endurecer la posición de Colombia frente al Gobierno de Nicolás Maduro se ha hecho evidente desde su posesión para un nuevo mandato, el pasado 10 de enero.
En las últimas horas, a través de un comunicado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Gobierno aseguró que la única elección legítima que reconoce es la de la Asamblea Nacional de Venezuela y en consecuencia una eventual presidencia interina del Juan Guaidó , líder de la misma, quien dijo estar listo para asumir esta figura en ese país.
“Colombia ratifica su pleno reconocimiento a la Asamblea Nacional, encabezada por su presidente Juan Guaidó, como órgano constitucional democráticamente electo en Venezuela, y respalda el ejercicio de todas sus competencias, incluyendo las derivadas del artículo 233 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”, comunicó la entidad.
El artículo 133 de la Constitución venezolana subraya que cuando se produzca la falta absoluta del presidente electo antes de tomar posesión, se procederá a una nueva elección universal, directa, dentro de los treinta días consecutivos siguientes. Dice que mientras se elige y toma posesión el nuevo presidente se encargará de la Presidencia de la República el presidente de la Asamblea Nacional.
Luego de que anunció que está dispuesto a asumir el poder, el líder de oposición fue detenido temporalmente por el SEBIN, hecho que fue rechazado por el gobierno colombiano, que lo calificó como un secuestro.
“Colombia condena vehementemente el secuestro, por unas horas, del diputado Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, único órgano legítimo y constitucionalmente elegido en Venezuela, perpetrado en la mañana de hoy por miembros del SEBIN, policía política del régimen de Nicolás Maduro”, dijo la Cancillería.
Para el analista, Carlos Andrés Arias, las declaraciones del Gobierno colombiano son consecuentes porque lo que está tomando el Gobierno colombiano es una posición firme y robusta frente ante la antidemocracia y el fenómeno de autoritarismo que se viene presentando en Venezuela.
“Ya era hora de que el Gobierno colombiano fijara una posición mucho más clara y menos etérea frente al Gobierno de Nicolás Maduro. Las declaraciones generan una posición mucho más clara y contundente, más radical frente al desgobierno que se vive en Venezuela”, agrega el experto.
Mauricio Jaramillo, analista político, dice que con el discurso de Colombia puede haber consecuencias diplomáticas y en las zona de frontera, pero también en el aumento de la retórica de Maduro en relación al uso de las Fuerzas Militares. Sin embargo, advierte que es muy prematuro pensar en represalias de Venezuela a Colombia. “Dijo que habría consecuencias para el Grupo de Lima con su declaración y todavía no ha hecho nada”.
“Las amenazas hacen parte de retórica incendiaria del régimen de Maduro, pero en realidad no está claro qué más puede hacer Venezuela a parte de cerrar las fronteras, de cerrar relaciones diplomáticas y hondear la bandera de la guerra con Colombia”, asegura Jaramillo.
No obstante reconoce que cualquier alzamiento en armas que se presente en el país vecino tendría un aumento masivo de migrantes para Colombia y recordó que el Gobierno nunca ha estado de acuerdo con el uso de fuerza para sacar a Maduro del poder.
Iván Garzón, experto en política, añade que Colombia está haciendo lo correcto estrechando el cerco sobre la “dictadura” de Venezuela. Advierte que el país va a seguir teniendo migración masiva de venezolanos y añade que el Gobierno tiene que preparase para que en algún momento se genere una oleada de migración muy fuerte, porque creo que la situación no ha tocado fondo.
“Me parece positivo que los países de América Latina estén actuando concertadamente y eso nos conviene mucho porque habíamos estado un poco aislados en esa presión internación al régimen. Lo que creo es que otro de los efectos es que Colombia va a seguir siendo blanco de la retórica de Maduro, pero esto no lo va a afectar”, señala Garzón.
Por lo pronto Colombia reitera que no reconoce legitimidad del nuevo periodo presidencial de Nicolás Maduro, argumentando que su origen fue un proceso electoral ilegítimo, que no cumplió con los parámetros mínimos democráticos de justicia, transparencia y libertad.
Así mismo, la Cancillería colombiana aseguró que continúa apoyando las iniciativas políticas y diplomáticas que conduzcan a la normalización constitucional y al restablecimiento de la democracia en Venezuela, a través de la celebración de un nuevo proceso electoral con plenas y efectivas garantías democráticas.
Este sábado el Ministerio de Relaciones Exteriores también informó que mantiene su posición frente al punto 9 de la declaración que hizo el Grupo de Lima la semana pasada, en la que los países miembros, con excepción de México, declararon no reconocer el nuevo mandato de Nicolás Maduro en Venezuela. La declaración de Colombia se dio luego de que este viernes Guatemala, Argentina, Panamá y Costa Rica, rectificaran su posición en relación a este punto, que fue criticado por Nicolás Maduro durante su posesión como presidente el pasado 10 de enero.
El Grupo de Lima en el punto 9 hizo un llamado al “régimen” de Nicolás Maduro y a las Fuerzas Armadas de Venezuela para que desistieran de acciones violatorias a los derechos de sus vecinos y manifestaron “profunda preocupación por la interceptación realizada el día 22 de diciembre de 2018 de una nave de investigación sísmica, por parte de la marina venezolana dentro de la zona económica exclusiva de la República Cooperativa de Guyana”.
El día de su posesión, Maduro, aseguró que entregó a todos los gobiernos del “cártel de Lima” una nota de protesta diplomática exigiendo rectificación de sus posiciones sobre Venezuela en 48 horas. Amenazó con tomar medidas “urgentes” y “crudas” para defender la integridad de su soberanía. Sin embargo, ya se cumplió el plazo y no se conocen todavía las acciones que tomará en contra de estos países.
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