Corea del Norte “muy cerca de línea peligrosa”: Chuck Hagel

Corea del Norte, que parece a punto de realizar una o más pruebas de lanzamiento de misiles, está “jugando con fuego”, se lamentó este miércoles el secretario de Defensa norteamericano, Chuck Hagel, quien reiteró que Estados Unidos está “listo para enfrentar cualquier eventualidad”. 
“Con su retórica bélica, sus acciones, Corea del Norte está deslizándose muy cerca de una línea peligrosa y no ayuda a calmar una situación volátil”, dijo el jefe del Pentágono al ser interrogado acerca de las tensiones en la península coreana durante una conferencia de prensa sobre el presupuesto del Pentágono. 
“Nuestro país está totalmente preparado para enfrentar cualquier contingencia, cualquier acción que Corea del Norte pudiera comenzar o cualquier provocación que intente”, volvió a asegurar Hagel. 
Haciendo caso omiso de las advertencias de su vecino y aliado de China, el régimen de Pyongyang movilizó la semana pasada a la costa este dos misiles Musudan, con un alcance teórico de 4.000 km y que podrían llegar hasta Corea del Sur, Japón o la isla estadounidense de Guam (en el Pacífico), según Seúl.  
El lanzamiento del misil -nunca antes probado- se estima que podría, según funcionarios estadounidenses, producirse alrededor del 15 de abril, en el aniversario del nacimiento del fundador de la República Democrática Popular de Corea, Kim Il-sung, abuelo del actual dirigente. 
Cuando se le preguntó acerca de las capacidades balísticas de Corea del Norte, el general de más alto rango de Estados Unidos, Martin Dempsey, dijo no poder comentar estimaciones de inteligencia sobre si Pyongyang podía colocar una cabeza nuclear al misil. 
Sin embargo, expresó en la misma conferencia que después de “varias pruebas exitosas de misiles” es posible “proyectar el peor” escenario. 
“En la ausencia de pruebas concretas en contrario, debemos asumir el peor de los casos y es por eso que estamos como estamos posicionados hoy”, dijo Dempsey, jefe del Estado Mayor conjunto de Estados Unidos. 
Los mandos militares estadounidenses han desplegado buques de guerra en la región capaces de derribar misiles entrantes y se llevaron a cabo una demostración de fuerza con  aviones bombarderos en un intento de disuadir a Corea del Norte de lanzar un ataque.