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Ejército egipcio ante doble desafío de estabilización y democratización

AFP

11 de febrero de 2011 03:15 PM

El ejército egipcio, a quien el presidente Hosni Mubarak cedió el poder antes de dimitir, se enfrenta a la colosal tarea de restaurar la estabilidad y responder a la vez a las aspiraciones de cambio democrático expresadas por la revuelta que derrocó al rais. 
El control del país más poblado del mundo árabe por parte de la institución militar fue anunciada el viernes en una lacónica declaración por el vicepresidente Omar Suleimán.  “Habida cuenta de las difíciles condiciones que atraviesa el país, el presidente Mohamed Hosni Mubarak decidió abandonar el puesto de presidente de la República y encargó al consejo supremo de las Fuerzas Armadas administrar los asuntos del país”, anunció el vicepresidente Omar Suleimán en una breve intervención televisada. 
Este consejo está dirigido por el ministro de Defensa, el mariscal Mohamed Husein Tantaui, que hizo una aparición ante el palacio presidencial de Heliópolis, cerca de El Cairo, para saludar a la multitud. 
El consejo había indicado el jueves que se reuniría para examinar las “medidas” necesarias “para preservar la nación” y “para apoyar las demandas legítimas del pueblo”, sin dar más detalles. 
El viernes por la mañana, para gran desesperanza de los manifestantes, dio la sensación de apoyar a Mubarak en su voluntad de llegar hasta el final de su mandato en septiembre. 
Pero el ejército también declaró, antes de anunciarse la renuncia de Mubarak, que garantizaba la celebración de elecciones “libres y transparentes” y aseguró que pondría fin al estado de emergencia en vigor durante la larga de la presidencia de Mubarak en cuento que la situación vuelva a la norma. 
En un comunicado publicado el viernes, prometió “una transición pacífica del poder que lleve a una sociedad democrática libre”. 
El consejo supremo militar también subrayó “la necesidad de un regreso a la vida normal” y advirtió en contra de todo ataque a la seguridad del país. 
Pocas horas después del anuncio de la dimisión, el ejército volvió a hacer una declaración y aseguró que no reemplazará “la legitimidad querida por el pueblo”.  
La institución militar “saluda al presidente Mohamed Hosni Mubarak por lo que ha dado a la nación en tiempo de guerra y en tiempo de paz y por su actitud patriótica que hizo prevalecer los intereses superiores de la nación”, agregó. 
La amplitud de las manifestaciones masivas del viernes, y quizás también las presiones internacional cada vez más fuertes, entre otras las estadounidenses, parecen haber llevado al ejército a aceptar un salida de Mubarak. 
“Desde el principio, el ejército no intervino para impedir las manifestaciones, no ha desempeñado el papel que Mubarak sin duda hubiera querido que desempañara. Ha preferido mantenerse neutro y preservar su postura de árbitro”, estima Mustafa Kamel Saied, profesor de ciencias políticas en la Universidad de El Cairo. 
“El ejército es percibido como un garante, un mediador, entre un poder ausente y la revuelta de la calle”, dice Amr al Chobaki, del instituto al Ahram de Estudios Políticos e Internacionales. 
La incertidumbre reinaba sin embargo sobre la forma en la que la institución militar, adepta del secretismo, adoptará para gestionar el país.  
Apreciado, a diferencia de la policía, por la población que a menudo fraternizó con los soldados durante las manifestaciones, el ejército tampoco dijo qué tipo de proceso concreto contaba instaurar para reformar un sistema del que es la columna vertebral. 
Tampoco dijo si contaba seguir con el diálogo iniciado en los últimos días por el régimen de Mubarak con el potente movimiento de Hermanos Musulmanes. 
El ejército hereda también un país con una economía gravemente afectada por 18 días de crisis, desertado por los turistas, con su bolsa cerrada y los inversores extranjeros en alerta. 
El ejército egipcio tiene unos 470.000 hombres, muchos de ellos reclutas. 
Desde la caída de la monarquía en 1952, todos los presidentes egipcios -Mohamed Naguib, Gamal Abdel Nasser, Anwar al Sadat y Hosni Mubarak- formaron parte del ejército.

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