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El salto en el desempleo en EE.UU. avisa de la crisis inminente

Wall Street abre con ligeras pérdidas por caída de puestos de trabajo.

EFE

03 de abril de 2020 11:58 AM

El índice de desempleo en Estados Unidos saltó al 4,4 % en marzo, respecto al 3,5% de febrero, en una señal de la gravedad del impacto económico de la pandemia del coronavirus, informó este viernes el Departamento de Trabajo.

La economía estadounidense perdió el mes pasado 701.000 puestos de trabajo y rompió así la tendencia de 113 meses de crecimiento consecutivos.

Esta tasa de desempleo del 4,4% es la mayor vista en EE.UU. desde 2017, y la eliminación mensual de 701.000 puestos es la mayor desde 2009 en plena crisis financiera.

Además, la tasa de participación de la fuerza laboral cayó en siete décimas, hasta el 62,7 %, el porcentaje más bajo desde agosto de 2018, quebrando así una tendencia al alza.

La pandemia ha paralizado tanto la economía global como la nacional a una escala sin precedentes recientes y, por lo tanto, con consecuencias imprevistas.

La cifra de desempleo en EE.UU. representa solo el inicio de la crisis del coronavirus, ya que las recomendaciones de distanciamiento social y de evitar los viajes en el país comenzaron a adoptarse a mediados de mes.

“Esto datos son, realmente, solo una muestra de todo lo que está por llegar. Las cifras solo cubren el comienzo del período de confinamiento, por lo que sabemos que hay muchas más personas desempleadas de las que se pueden ver en estas cifras”, explicó Ames McCann, economista global de Aberdeen Standard Investments, en una nota a sus clientes.

A juicio de McCann, “la pérdida de empleos a esta escala es casi como abrir una enorme trampilla bajo la economía. Nadie sabe cómo de profundo es el agujero (...) no hay duda de que estos números apuntan a un impacto económico como nunca antes hemos visto.”

Este jueves se informó de que las solicitudes de subsidio por desempleo en EE.UU. alcanzaron la semana pasada la cifra sin precedentes de 6,64 millones, lo que supone más del doble que las registradas la semana precedente (3,28 millones), según el Departamento de Trabajo del país.

La Oficina de Presupuestos del Congreso, un órgano no partidista, ha apuntado que la tasa de desempleo podría ubicarse en el 12 % al final del segundo trimestre del año, y que la economía entrará en recesión.

Para tratar de contrarrestar los efectos de esta pandemia, el Congreso de EE.UU. ha aprobado el mayor paquete de estímulo fiscal de la historia, por valor de más de 2 billones de dólares, que incluye la ampliación de la cobertura por desempleo, la transferencia directa de efectivo a los hogares y fondos multimillonarios para subsidiar a las pequeñas y medianas empresas.

Pese la magnitud del estímulo, los analistas consideran que será insuficiente y que el legislativo estadounidense deberá ampliar en las próximas semanas un nuevo paquete de asistencia fiscal.

Al esfuerzo fiscal, se suma la respuesta de la Reserva Federal que ha desplegado todo su imponente arsenal monetario.

En primer lugar, y en una decisión no vista desde la crisis financiera de 2008, el 15 de marzo anunció un recorte de los tipos de interés de referencia hasta dejarlos entre el 0% y el 0,25 % en una reunión de emergencia celebrada un domingo y un programa de recompra de activos por valor de 700.000 millones de dólares.

A estas medidas, ha sumado varias rondas de sucesivas de inyecciones de liquidez a los mercados, entre las que incluyó la apertura de una “ventanilla de descuentos” para ofrecer préstamos a corto plazo a los bancos ante las tensiones financieras registradas.

Desde el Fondo Monetario Internacional (FMI), su directora gerente, Kristalina Georgieva, ha advertido de que “ya está claro” que la economía mundial ha entrado “en recesión, igual o peor que la de 2009”, debido a la pandemia del coronavirus.

La directora del Fondo avisó, especialmente, del impacto que sufrirán las economías emergentes y para las que calculó sus necesidades de financiación en cerca de 2,5 billones de dólares.

Estados Unidos se ha convertido en el epicentro de la pandemia y registra ya más de 200.000 infectados de coronavirus y 6.000 fallecidos, y se prevé que mantenga la tendencia al alza por un tiempo.

El golpe económico del coronavirus

Wall Street abrió este viernes con sus índices principales en rojo y con pérdidas del 0,38 % y unos 80 puntos en el Dow Jones de Industriales por el aumento del paro hasta el 4,4 % en Estados Unidos como consecuencia de la pandemia de la COVID-19.

Cinco minutos después del inicio de las operaciones en la Bolsa de Nueva York, el Dow Jones retrocedía 81,65 puntos concretamente, situándose en 21.331,79, lastrado especialmente por grandes cotizadas como American Express (-1,64 %) y United Health (-1,38 %).

El selectivo S&P 500 bajaba un 0,12 % (2,96 puntos), hasta los 2.523,94, y el índice compuesto del mercado Nasdaq, que aglutina a importantes tecnológicas, descendía un 0,02 % (1,46 puntos), hasta 7.485,85.

El parqué neoyorquino no pudo evitar las pérdidas en la apertura pese a las noticias positivas que llegaban desde los mercados energéticos con el fuerte rebote del petróleo, aunque han contribuido a que el retroceso no haya sido más acusado.

Según datos del Departamento de Trabajo de EE.UU., la economía nacional perdió el mes pasado alrededor de 701.000 puestos de trabajo en la que es la mayor caída desde 2009, en plena crisis financiera.

Los analistas esperan que la cifra continúe aumentando en las próximas semanas, especialmente si se refuerzan y alargan las medidas de cuarentena y ceses de la actividad a lo largo del país.

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