La policía de Tallahassee, Florida (Estados Unidos) informó que un hombre en estado de embriaguez llegó en taxi a una entidad bancaria para cometer un robo.
Stanley Geddie tomó un taxi y le dijo al conductor que lo llevara a un banco. Lo más chistoso es que, cuando llegó, pidió hablar con el gerente y al pasar a la oficina de este, le confesó que iba a robar el banco.
Geddie dijo que tenía un arma y varios explosivos, los cuales activaría si no le entregaban los 100 mil dólares que pedía.
Las autoridades comprobaron que no tenía armas ni explosivos en su poder, que todo era producto de su imaginación, y lograron detenerlo con una pistola paralizante. De inmediato lo trasladaron a un hospital.
El hombre fue acusado por robo, resistencia a las autoridades y estafa, al no pagarle la tarifa al taxista.
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