“Un paquete sorpresa”, así percibieron los padres de Heidi Crowter su llegada al mundo, pues con este nombre titularon un libro que narra la infancia de la británica con síndrome de Down. Lea aquí: Lo que usted debe saber sobre el síndrome de Down
La mujer le comentó a BBC Mundo que entiende el miedo de los padres que están a la espera de un bebé con trisomía, el nombre formal del trastorno genético, pues sus padres también lo sintieron.


Heidi Crowter, activista británica.
Pero en su caso, la noticia no se supo hasta después del parto. “A mis padres les tomó casi perderme para empezar a amarme, cuando se dieron cuenta de que simplemente era una bebé que necesitaba amor”, dijo Crowter. Lea también: Jóvenes de 16 y 17 años podrán abortar en España sin permiso de sus padres
La residente de la ciudad inglesa de Coventry, en el centro de Inglaterra, aseguró que para sus padres fue difícil no solo por sus problemas de salud, sino también por pensar que nunca iba a poder independizarse ni casarse.
Pero se equivocaron, pues con 27 años actualmente ya puede tachar estas dos cosas de su lista de metas, así como muchas otras.
¿Debería ser siempre un paquete sorpresa?
Heidi Crowter empezó a hacer activismo político en el año 2018, cuando el gobierno británico avaló los test opcionales para diagnosticar síndrome de Down en los fetos, prueba no invasiva incluida en el sistema de salud pública.
El objetivo de Crowter era reducir el número de embarazadas que optaban por tomar pruebas más arriesgadas para detectar la anomalía. Esto además de estar segura de que “aumentaría el número de abortos de bebés con Down”. Le puede interesar: ¡Histórico! Despenalizan el aborto en Colombia hasta los 6 meses de gestación
Y así fue, de acuerdo con BBC, hoy se estima que el 90% de las gestantes británicas que reciben este diagnóstico deciden ponerle fin a su embarazo.
Una de las teorías de Heidi era que las mujeres decidían abortar a los bebés que se formaban con un cromosoma extra, trastorno genético que causa el síndrome de Down, por desinformación y falta de educación.


Heidi Crowter, activista con síndrome de Down.
Por esta razón decidió unirse a la ONG Don’t Screen Us Out (No nos filtren), con el fin de hacerles saber que no todo es negativo cuando se espera un paquete sorpresa como el que sus padres recibieron.
Batalla judicial
Ahora, Crowter lucha por que los tribunales de su país modifiquen la Ley de Aborto (Abortion Act), vigente desde 1967, la cual permite que en países como Inglaterra, Escocia y Gales el aborto de fetos con síndrome de Down sea permitido en cualquier etapa de la gestación, mientras que los fetos que no cuentan con esta condición pueden ser abortados hasta las 24 semanas de embarazo.
“Por ahora tanto el Tribunal Supremo (High Court) como el de Apelaciones han denegado su pedido, afirmando que la actual norma no menoscaba los derechos de las personas que viven con discapacidades”, informó el medio anteriormente mencionado.
Aun así Heidi no se da por vencida, pues ya anunció que llevará la solicitud a la Corte Suprema, la instancia más alta de la rama Judicial.