Las autoridades francesas comunicaron hoy 393 muertes por COVID-19 en 24 horas, lo que supone el pico en esta ola epidémica marcada desde diciembre por la explosión de contagios a causa de la variante ómicron.
El número de muertes había sido muy superior en muchas jornadas durante las dos primeras oleadas, pero no había llegado a ese nivel en la actual desde que comenzó en noviembre.
Según la agencia de salud pública, el coronavirus ha provocado la muerte en Francia de 129.022 personas desde el comienzo de los registros en marzo de 2020. La semana pasada fueron más de 1.500.
La agencia anunció hoy 108.481 contagios, un número muy inferior al de los últimos días, pero que se explica porque corresponden al domingo, cuando se hacen muchos menos test.
Reciba noticias de El Universal desde Google News El número de pacientes internados en los hospitales, sin embargo, creció de forma significativa hasta 29.748, frente a los 28.838 el domingo. Está todavía por debajo del récord que se alcanzó en noviembre de 2020, cuando llegaron a ser más de 33.000.
En las unidades de cuidados intensivos había este lunes 3.776 personas por COVID-19, 16 más que la víspera. Ahí el récord está mucho más lejos, ya que en abril de 2020 hubo hasta más de 7.100 pacientes en las ucis.
Por lo que respecta a la vacunación, 52,5 millones de personas tienen la pauta completa, lo que significa un 77,9 % de la población total y más del 93 % de los adultos. Además, 34 millones han recibido una dosis de refuerzo.
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