Los peores augurios indicaban que, tras la bomba atómica, nada crecería en Hiroshima durante 75 años; pero los actos de conmemoración de este jueves, justo tres cuartos de siglo después, dieron fe de la resiliencia de esta ciudad japonesa.
El alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, hizo referencia a esas previsiones en la ceremonia en la que se recordó el ataque nuclear que sufrió la ciudad el 6 de agosto de 1945, tres días antes de que otra bomba atómica destrozara la ciudad nipona de Nagasaki.
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