Mundo


Hungría asume presidencia de UE en clima de discordia

AFP

07 de enero de 2011 11:21 AM

Hungría asumió la presidencia semestral de la Unión Europea (UE) este viernes en un clima de discordia causado por la ola de críticas contra la ley húngara sobre los medios de comunicación, calificada de “liberticida” por sus opositores.
Matizando la polémica, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, declaró que “si alguno de los temores resulta fundado, nos comprometemos a encontrar soluciones”, durante la conferencia de prensa que marcó el comienzo de la presidencia semestral húngara de la UE.
Antes de la conferencia de prensa, Orban se reunió en privado con el presidente de la Comisión, José Manuel Barroso.
Este encuentro debería haber sido dedicado a las grandes prioridades de la presidencia semestral de Hungría, que esperaba crearse una imagen de prestigio en la esfera europea. Sin embargo, este objetivo parece estar comprometido por el difícil comienzo de la presidencia húngara, como lo confesó el mismo Orban el jueves: “Sí, es un mal comienzo” para la presidencia de la UE, que termina a finales de junio. “Hubiéramos querido empezar de otra manera”.
El primer ministro conservador, quien regresó al poder en abril después de haber pasado ocho años en la oposición, es acusado de querer reprimir la prensa.
Hungría adoptó en diciembre, una legislación que reglamenta el funcionamiento de los medios y que entrará en vigor el 1º de enero.
Esta ley prevé multas en caso de dar información “parcial” e instauró una autoridad de regulación compuesta exclusivamente por miembros o allegados del partido de derecha en el poder, el Fidesz.
La Comisión Europea manifestó sus “dudas” sobre la conformidad del texto con las leyes europeas y abrió una investigación, mientras que Francia y Alemania piden que se enmiende la legislación.
Hungría “adoptó textos que despiertan numerosas inquietudes en un mal momento”, subrayó Laurent Wauquiez, ministro francés de Asuntos Europeos, en una entrevista publicada el viernes por el diario La Croix.
Además, esta controversia hizo renacer críticas sobre la manera de gobernar de Viktor Orban, quien con una mayoría de dos tercios en el Parlamento, pretende cambiar la Constitución nacional, por lo cual sus opositores lo acusan de populismo y nacionalismo exacerbado, comparándolo con su homólogo ruso Vladimir Putin o con el bielorruso Alexandre Lukashenko.
“De 1998 a 2000 (durante su último gobierno), la prensa occidental dijo que yo le recordaba a (Adolf) Hitler y al Duce (italiano Benito Mussolini). Ahora, me compara con Putin y con el presidente bielorruso. Los dejo juzgar si hubo progreso”, dijo el jueves en tono irónico.
Intervencionista en el plan económico, Orban creó un impuesto para las grandes empresas con el fin de reducir su déficit público, provocando protestas de grupos extranjeros.
Por otro lado, Orban rompió las relaciones con el Fondo Monetario Internacional, que había rescatado a Hungría durante su crisis del otoño del 2008 y adoptó una actitud inflexible con su propio banco central, sobre el cual probablemente quisiera tener más influencia.
Además, redujo el poder de la Corte Constitucional para impedirle que se pronuncie sobre las decisiones del gobierno en materia económica.
En el plano político, Orban toma algunas medidas que también tomaría el partido de extrema derecha Jobbik, dando a los húngaros que se encuentran en los países limítrofes la posibilidad de obtener la nacionalidad húngara y prometiéndoles el derecho de voto, lo cual provocaría tensiones con países vecinos como Eslovaquia.

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS