El presunto jefe de al Qaeda ida en África oriental, el comorense Fazul Abdulá Muhamad, uno de los autores claves de los atentado antiestadounidenses de 1988 en Nairobi y Dar es Salam, murió el miércoles pasado en un banal enfrentamiento en un control de carretera.
“Hemos recibido esta información de las autoridades somalíes”, declaró a la AFP el jefe de la policía kenyana Mathew Iteere, confirmando informaciones de un alto responsable de los insurgentes somalíes shebab.
“Nos dijeron que dos terroristas habían muerto en Somalia el miércoles. Fueron identificados como Fazul Muhamad y Alí Dere. Es lo que nos dijeron nuestros homólogos en Somalia”, declaró Iteere el sábado a la AFP.
Confirmando la noticia, la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton calificó la muerte de Fazul Abdulá Muhamad de “revés significativo” para el grupo islamista.
“Es el justo final para un terrorista que llevó muerte y dolor a muchos inocentes en Nairobi, en Dar es Salaam y en otros sitios, a tanzanos, kenianos, somalíes y el personal de nuestras embajadas”, agregó la jefa de la diplomacia estadounidense en Dar es Salaam.
Según los servicios de seguridad del gobierno de transición somalí (TFG), los dos hombres murieron en la noche del martes en el norte de la capital somalí durante un enfrentamiento en un control de carretera.
“Nuestras fuerzas dispararon contra dos hombres que se negaron a detenerse en el retén. Trataron de defenderse cuando estaban cercados”, explicó a la AFP un comandante de las fuerzas del TFG, Abdikarim Yusuf.
El incidente tuvo lugar en el corredor de Afgoye, según una fuente de la seguridad regional. Los dos individuos circulaban a bordo de una camioneta cargada con medicinas y computadoras portátiles.
El presunto jefe de al Qaeda llevaba 40.000 dólares en efectivo y numerosos teléfonos portátiles. Al parecer venía de Lower Juba (sur de Somalia), donde dirigía un grupo de combatientes extranjeros con el nombre de guerra de “Abu Abdirrahman el Canadiense”, precisó la fuente.
Contrariamente a lo habitual en este tipo de incidentes, relativamente banales en Mogadiscio, los cuerpos de los dos hombres fueron recogidos por los servicios secretos somalíes, y luego entregados a sus homólogos estadounidenses.
Presunto líder de al Qaeda en África oriental, Fazul Abdulá Muhamad escapaba desde hace unos diez años a la persecución de los estadounidenses, que ofrecían una recompensa de 5 millones de dólares por su captura.
Era uno de los actores claves de los atentados contra las embajadas estadounidenses en Nairobi y Dar es Salam, que dejaron 224 muertos en julio de 1998.
También estaba implicado en los atentados antiisraelíes de Mombasa (sureste), que dejaron 15 muertos el 28 de noviembre de 2002.
En este mismo año 2002, se le confió la dirección de las operaciones de al Qaeda para toda África oriental, según los servicios secretos estadounidenses.
Políglota, utilizando al menos una docena de seudónimos, el fugitivo era experto en el arte del disfraz y circulaba en toda la región.
Combatía desde hacer varios años en las filas de los shebab somalíes, integrados a al Qaeda, y estaba encargado de los voluntarios extranjeros.
La muerte del comorense se produce un mes después de la del número uno al Qaeda, Osama bin Laden, a manos de un comando estadounidense el 2 de mayo en Pakistán.
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