La ONU lamentó hoy las muertes y la devastación causadas por un deslizamiento de tierra este sábado en la provincia de Sichuan, en el suroeste de China, y ofreció su asistencia a las autoridades.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, se declaró "entristecido" por la catástrofe natural en el condado de Maoxian, donde una aldea quedó sepultada, 15 personas murieron y al menos 120 personas permanecen desaparecidas, según un comunicado de su portavoz.
Guterres elogió los esfuerzos de los equipos de emergencia e indicó que la ONU "está lista para ayudar a las autoridades de cualquier manera si es necesario".
Asimismo, el secretario general expresó sus condolencias a los ciudadanos y el Gobierno de la República Popular China y deseó una pronta recuperación a los heridos.
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