Las autoridades sanitarias de Sudáfrica, epicentro de la pandemia de COVID-19 en el continente africano, advirtieron hoy que la variante Delta está dominando las infecciones de coronavirus en el país y prevén que, debido a su alta transmisión, la tercera ola sea peor que las anteriores.
“Anteriormente dijimos que es poco probable que el pico de la tercera ola supere el pico de la segunda ola”, declaró el ministro de Salud interino, Mmamoloko Kubayi-Ngubane, al señalar que la previsión se había basado en que no hubiera una nueva variante en Sudáfrica.
“Desafortunadamente, este ya no es el caso. Nuestros científicos han descubierto que tenemos una nueva variante que prevalece en Sudáfrica: la variante Delta”, añadió Kubayi-Ngubane.
El ministro de Salud interno y un panel de expertos explicaron que esta variante es “altamente transmisible” y recordaron que se trata de la misma que ha causado “una epidemia masiva en India” y ocasionando el 95 % de las nuevas infecciones en Reino Unido.
“Sabemos que cuando la transmisión crece muy rápido, abrumamos nuestros hospitales y tenemos casos adicionales también de otras enfermedades”, advirtió Tulio de Oliveira, director de la Plataforma de Investigación, Innovación y Secuenciación de la provincia de Kwazulu-Natal (KRISP, por sus siglas en inglés).
Kubayi-Ngubane anunció que el Consejo Nacional de Control del Coronavirus (NCCC, por sus siglas en inglés) se reunirá este domingo para tomar una decisión que ayude a gestionar el aumento de casos después de haberse reunido esta mañana con el comité asesor del presidente.
Después de este encuentro, está previsto que mañana por la noche el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa se dirija a la nación.
“Les informamos que estamos recomendando restricciones más estrictas. Existe la creencia de que las restricciones actuales no son suficientes”, agregó el ministro al pedir colaboración a la ciudadanía.
Ramaphosa anunció el pasado 15 de junio un endurecimiento de las restricciones para contener la tercera ola de contagios, después de haber anunciado nuevas medidas a finales de mayo.
Sudáfrica se mantiene desde el inicio de la pandemia como el gran epicentro del COVID-19 en África y ha contabilizado casi 1,9 millones de casos, de los cuales cerca de 60.000 han fallecido.
La tercera ola de contagios en el país está golpeando sobre todo a la central provincia de Gauteng, donde se encuentran Johannesburgo y Pretoria, con niveles récord de casos.
Sudáfrica ha administrado hasta ahora vacunas de Johnson&Johnson y Pfizer a más de 2,6 millones de personas, lo que representa un 4,5 % de la población del país africano.
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