El presidente boliviano, Evo Morales, reclamó a Brasil la entrega del senador opositor Roger Pinto, que se fugó a ese país tras permanecer 15 meses refugiado en la embajada brasileña en La Paz, para que responda denuncias y condenas pendientes ante la justicia.
"Es importante devolver a Roger Pinto a la justicia boliviana y que sea juzgado como cualquier autoridad envuelta en temas de corrupción", dijo Morales en una conferencia de prensa en Casa de Gobierno, en su primer pronunciamiento sobre el tema.
Morales argumentó que si un caso similar hubiese ocurrido en Bolivia "yo pondría a ese corrupto en la frontera".
"En la lucha contra la corrupción hay que tomar decisiones políticas", señaló.
Pinto se fugó el viernes a Brasil por tierra en un vehículo diplomático y protegido por funcionarios de la embajada brasileña, donde estaba refugiado desde mayo de 2012.
Brasil le había otorgado asilo político pero el gobierno boliviano se negaba a darle un salvoconducto para abandonar el país por su situación judicial.
Antes de instalarse en la embajada de Brasil, Pinto había entregado al gobierno boliviano documentos sobre actos de corrupción y vinculaciones de autoridades con el narcotráfico.
En junio pasado, mientras aún estaba en la embajada, se conoció una sentencia en su contra que lo condenó a un año de cárcel por un caso de daño económico al Estado, que su defensa anunció apelaría.
Pinto "no es perseguido político sino un delincuente", espetó Morales con enfado, al tiempo que exhortó a Brasil a cumplir con los convenios internacionales en materia de asilo y anunció que su equipo jurídico analizará "seriamente el tema de la falta de respeto" a tales acuerdos.
El gobierno boliviano asegura que Pinto es actualmente un "prófugo de la justicia".
Morales indicó que el senador, sobre quien pesan acusaciones de corrupción y daño económico al Estado por 2,5 millones de dólares, tenía todas las garantías para asumir su defensa en territorio boliviano.
"Queremos reafirmar que es importante que el gobierno de Brasil explique el por qué de este operativo", que permitió la huida del senador. Y lamentó "el uso indebido de vehículos diplomáticos que facilitaron la salida (de Pinto)".
El mandatario entiende que en Bolivia y Brasil hay grupos interesados "en crear desconfianza entre ambos gobiernos", pero que gracias al grado de fiabilidad que existe entre los países, los asuntos se resuelven "oportunamente".
DECISIÓN DE UNA AUTORIDAD COMPETENTE
Desde Brasilia, Pinto informó a medios bolivianos que pudo fugarse de la embajada brasileña en La Paz gracias a la "decisión de una autoridad competente" de Brasil, aunque n identificó a los responsables.
"Desconozco el nivel (jerárquico), desconozco las personas (que llevaron a cabo la operación), pero fue una decisión de autoridad competente, de lo contrario no podría haberse ejecutado", agregó.
El encargado de negocios de la embajada brasileña en La Paz, Eduardo Saboia, admitió haber ayudado al senador a Pinto a fugarse a Brasil el fin de semana, pues el parlamentario enfrentaba una depresión anímica a causa de su deteriorada salud, lo que le llevó a mencionar la posibilidad de un suicidio.
La fuga motivó una nota diplomática de Bolivia solicitando un informe de Brasil, y provocó la renuncia del ministro de Relaciones Exteriores de ese país, Antonio Patriota.
El gobierno de La Paz espera un informe oficial de Brasil para decidir las acciones legales que seguirá.
"Una vez que nosotros, como Estado, tengamos conocimiento oficial del resultado de la posición del gobierno brasileño vamos a actuar en consecuencia", declaró el embajador boliviano en Brasilia, Jerjes Justiniano, al canal estatal de televisión.
Para el gobierno boliviano, Pinto "no tiene en este instante el estatus de asilado político", precisó Justiniano.
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