El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió actuar con mayor firmeza para prevenir un conflagración en Cisjordania ocupada, escenario de violencias durante la noche, y en Jerusalén, en donde sigue cerrado el paso a la Ciudad Vieja a todos los palestinos.
Desde el sábado, en varias localidad de Cisjordania y en algunos barrios de Jerusalén Este, jóvenes palestinos y soldados israelíes se enfrentan, en escenas que recuerdan las Intifadas de 1987 y 2000.
Los primeros lanzan piedras y cócteles molotov, y los segundos responden en Cisjordania con disparos, que en las últimas 48 horas dejaron un muerto y 150 heridos, con balas reales y de goma.
Después de que cuatro israelíes murieran desde el jueves, Netanyahu prometió el domingo por la noche que Israel "librará un combate hasta la muerte contra el terrorismo palestino". Asimismo, ordenó "la aceleración de las demoliciones de las casas de los terroristas", para "detener el terrorismo, disuadir y castigar a los atacantes".
En respuesta, el presidente palestino Mahmud Abas acusó el lunes "a la parte israelí y a su gobierno" a quien "le interesa arrastrar la región en un ciclo de violencia" de provocar "una escalada" de las tensiones.
Fue en la Ciudad Vieja de Jerusalén en donde el sábado por la noche se encendió una de las primeras chispas de este nuevo ciclo de violencia. Un joven palestino mató a puñaladas a dos israelíes e hirió a una mujer y a un niño.
De inmediato, las autoridades israelíes anunciaron una medida punitiva "sin precedentes", según el ministro de Seguridad Interna. Se prohibió el ingreso, durante 48 horas, a los palestinos a la Ciudad Vieja, en Jerusalén-Este, parte palestina ocupada y anexada por Israel de la ciudad santa.
El lunes, por segundo día consecutivo y coincidiendo con la fiesta del Sucot, la turística Ciudad Vieja se asemejaba más a un pueblo fantasma, en donde barricadas policiales filtraban las pocas entradas, dejando pasar sólo a israelíes (incluidos los árabes israelíes), residentes, turistas, comerciantes y estudiantes de escuelas ubicadas dentro de las murallas, y negando el acceso a los 300.000 palestinos de Jerusalén-Este que no viven en la Ciudad Vieja.
Búsquedas en Cisjordania
La Explanada de las Mezquitas, tercer lugar santo para los musulmanes, sigue abierta. Sin embargo, su acceso sigue restringido a los varones de menos de 50 años, una disposición inaceptable para los fieles musulmanes.
El domingo por la noche, decenas de jóvenes palestinos quemaron llantas para bloquear el acceso a la localidad donde vive la familia de Mohannad Halabi, autor del ataque del sábado por la noche, después de que el ejército israelí realizara una redada.
Por segunda noche consecutiva, vehículos blindados israelíes se plantaron frente a esta casa, ubicada en un pueblo cercano a Ramala, aumentando los temores de que sea demolida.
El ejército disparó balas reales para dispersar a los jóvenes que arrojan piedras, constató un periodista de la AFP.
Mohannad Halabi, presentado por la Yihad Islámica como uno de sus miembros, fue abatido por la policía israelí, mientras continúa en Cisjordania la búsqueda de los asesinos de una pareja de colonos el jueves.
El ejército israelí realizó un operativo en Naplusa (norte) y anunció el arresto de varios sospechosos, sin dar más detalles.
¿Tercera Intifada?
Tras el ataque del sábado por la noche, un segundo palestino acusado de haber realizado un ataque con cuchillo, fue abatido por la policía. Un video, publicado el domingo, lo muestra alejándose de quienes lo persiguen, y estos últimos gritando: "íDispárenle!" y "Muerte a los árabes", antes de ser abatido por un policía.
En el barrio donde vivía, en Jerusalén-Este, estallaron violentos choques. También se produjeron incidentes por la noche en barrios vecinos.
Este lunes está previsto que se celebre el funeral de Huzeifa Othman Suleiman, de 18 años, muerto el domingo en choques en Tulkarem, en el noroeste de Cisjordania.
Se teme que su muerte provoque una escalada de violencia, en momentos en que palestinos y la oposición israelí evocan la posibilidad de una tercera Intifada.
Por otra parte, el ejército israelí realizó un bombardeo por la noche en la Franja de Gaza en represalia al disparo de un cohetes contra el sur del territorio israelí.
Al menos ocho israelíes y 30 palestinos han muerto este año en violencias vinculadas con el conflicto, según un balance de la AFP.
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