Obreros de SUNTRACS, el poderoso sindicato de la construcción de Panamá, reiteraron su demanda de un incremento salarial al cumplir dos semanas de huelga, mientras marchaban el martes durante el día del trabajador.
Tras días de negociaciones, los trabajadores y el sector empresarial no han logrado ponerse de acuerdo en los temas económicos y salariales que regirán a unos 90.000 obreros de la construcción por los próximos cuatro años.
Los trabajadores exigen un 11% de aumento anual del salario, mientras que los empresarios ofrecen un incremento entre cuatro y cinco centavos por hora. La industria de la construcción es uno de los sectores más pujantes de la economía del país centroamericano y cuyos salarios --que oscilan entre los 700 y los 1.500 dólares o más al mes-- superan a la mayoría de los vecinos de la región, según los expertos.
Las actividades en unas 266 obras --entre ellas la construcción de la segunda línea del metro de Panamá y de rascacielos-- están paralizadas por la inconformidad de los obreros.
"No cabe duda de que no vamos a cejar medio milímetro en nuestras demandas", dijo Saúl Méndez, líder del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción.
"Nos mantenemos firmes y combativos, pero sin violencia durante la huelga como se ha podido ver, exigiendo un aumento de salario cónsono a las grandes ganancias de la industria", afirmó por su parte Gregorio Guerrel, secretario de Salud Ocupacional del sindicato durante la marcha que recorrió populares avenidas de la capital panameña.
Las negociaciones entre el sector empresarial y los trabajadores continuarán en los próximos días. Los obreros descartaron recurrir a una instancia de arbitraje, que permitiría la intervención del gobierno para llegar a un consenso.
Sindicatos y gremios de otros sectores --entre ellos educadores, del sector comercial y pesquero-- también marcharon en la capital panameña y en el interior del país en conmemoración del Día del Trabajador.
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