El número de casos de COVID-19 en todo el mundo confirmados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) ascendió el 1 de mayo a 3,17 millones, mientras que los fallecidos sobrepasan los 224.000.
En las últimas 24 horas se superó el millón de pacientes de todo el mundo, de acuerdo con las cifras de las autoridades sanitarias nacionales, mientras que los pacientes en estado grave o crítico se han reducido sensiblemente, pasando de unos 60.000 a 50.000, representando el 2% del total en tratamiento.
La OMS reportó el jueves 30 de abril casi 10.000 nuevos fallecimientos diarios en el mundo, la cifra más alta desde el inicio de la pandemia, y que prácticamente duplicó los números de los 10 días anteriores. La OMS anunció que se mantiene la emergencia internacional por la pandemia de COVID-19, tres meses después de que ésta fue declarada, y pidió a los gobiernos de los países miembros que mejoren los datos que ofrecen sobre la incidencia de la enfermedad.
China
China registró el 1 de mayo sólo un nuevo caso de contagio por coronavirus en todo el país, correspondiente a un viajero procedente del exterior, lo que supone el menor crecimiento registrado en el país asiático desde que comenzó la pandemia, informó la Comisión Nacional de Salud.
Hasta el viernes se habían registrado doce nuevos contagios, seis procedentes del exterior y otros seis a nivel local, frente a cuatro que se detectaron el jueves y 22 el miércoles. La comisión informó que hasta pasada la medianoche local (16.00 hora GMT) se contabilizaron dos casos sospechosos, ambos relacionados con alguien llegado del extranjero.
Asimismo, señaló que fueron dados de alta 43 pacientes, se dejaron de observar 650 contactos cercanos y se redujo un caso grave. No se produjo ningún fallecimiento en todo el país, mientras que el número de casos activos se redujo a 577 pacientes, 37 de ellos graves. Los infectados procedentes del exterior, 1.671 pacientes diagnosticados, aún en tratamiento, se sitúan en 464, siete de ellos graves. El total de casos detectados en el país desde el inicio de la pandemia se eleva a 82.875, de los que 77.685 han sido dados de alta y 4.633 han muerto. (También puede leer: COVID-19 en el mundo: entre la relajación de medidas y crisis de pico alto)
EE.UU.
La clave de la desescalada de las medidas para combatir la pandemia y la reapertura económica, está en hacer pruebas diagnósticas “al menos a todos los que tengan síntomas” de COVID-19, así como en contratar a un ejército de rastreadores de contactos para evitar el repunte en los contagios, según los expertos.
“Los test diagnósticos, al menos a todos los que tengan síntomas, son esenciales, porque si no sabemos dónde está la enfermedad no podemos actuar para contenerla”, explicó en videconferencia Emily Gurley, científica del Centro Johns Hopkins de Salud Global. Todos los estados de Estados Unidos, donde ya se han confirmado más de un millón de contagios y 63.000 muertes, están trabajando además en contratar un ejército de rastreadores de contactos para poner en marcha medidas de contención y de limitación de la movilidad a cada nuevo infectado y su entorno cercano.
Los rastreadores de contactos son personal que, a partir de alguien que ha dado positivo para el coronavirus, se dedican a llamar a todas las personas que han estado en contacto y a menos de dos metros de ese paciente (familiares, amigos, colegas) para seguir la pista a otros posibles contagios, incluidos los asintomáticos. Según la Asociación Nacional de Funcionarios de Sanidad de Condados y Ciudades (NACCHO, por sus siglas en inglés), en una epidemia como la actual son necesarios 30 rastreadores de contactos por cada 100.000 habitantes.
Por su parte, la desordenada reapertura gradual de la actividad económica en EE.UU., en plena crisis del coronavirus, comenzó este viernes sin coordinación federal con la mitad de estados, entre ellos Colorado y Texas, levantando varias de las restricciones. Por su parte, otros como California, Michigan y Nueva York mantuvieron las medidas de control.
El presidente estadounidense, Donald Trump, quien se ha mostrado ansioso por reabrir el país, ya había advertido de que no prorrogaría las directrices federales sobre el distanciamiento social y el cierre de negocios no esenciales. Estas recomendaciones expiraban con el final de abril, por lo que queda a partir del 1 de mayo a discreción de los gobernadores de los estados decidir el rumbo en medio de la pandemia, que ya ha provocado más de 63.000 muertos y un millón de contagiados en Estados Unidos.
Sin embargo, y pese a dejar a las autoridades estatales la responsabilidad, Trump cargó hoy contra la gobernadora de Michigan, la demócrata Gretchen Whitmer, por extender el estado de emergencia y mostró su apoyo a quienes, algunos armados, se han manifestado en el Capitolio de la capital estatal, Lansing, para exigir la reapertura de la actividad.
Al mismo tiempo, el gobierno autorizó el uso del polémico medicamento antiviral Remdesivir para tratar a los pacientes más graves con COVID-19, pese a que su propio fabricante, Gilead, ha advertido que aún no se ha probado que sea seguro y hay estudios que apuntan a que su eficacia no está clara.
Trump fue el encargado de anunciar que el medicamento había recibido una “autorización de emergencia” por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, en inglés), la agencia gubernamental que se encarga de aprobar el uso de productos relacionados con la salud pública: “Es un placer anunciar que Gilead tiene ahora una autorización de emergencia de la FDA para el Remdesivir. Y saben que eso ocurre porque ha sido lo más candente en los periódicos y en los medios de comunicación durante un tiempo. Es un tratamiento importante para los pacientes hospitalizados con coronavirus”. El mandatario consideró que el antiviral ofrece una “situación prometedora” y explicó que sólo será usado para tratar a los pacientes hospitalizados con coronavirus que estén en estado grave.
Brasil
El gigante sudamericano registró 428 nuevas muertes por coronavirus en las últimas 24 horas, con lo que el balance total de fallecidos asciende a 6.329, mientras que los contagios se elevaron hasta los 91.589, informó este viernes el Gobierno.
La pandemia continúa su rápida expansión por el país al sumar en el último día 6.209 nuevos contagios, según el boletín diario divulgado por el Ministerio de Salud, que sólo espera el pico de la llamada “curva” para las próximas semanas. Además, se investigan otras 1.642 muertes que pudieran haber sido ocasionadas por el nuevo coronavirus.
Ante el agravamiento de la crisis, el estado de Maranhao será el primero del país en adoptar el confinamiento total de la población en cuatro municipios vecinos a la ciudad de Sao Luiz, la capital regional, a partir del día 5.
La pandemia avanza igualmente entre las comunidades indígenas, una de las poblaciones más vulnerables, pues algunas etnias no tienen anticuerpos para enfermedades como la gripe. Según el Ministerio de Salud, ya han fallecido por coronavirus seis indígenas brasileños y hay 105 casos confirmados entre ellos.
México
Los hornos crematorios de la capital mexicana están al límite de su capacidad cuando el país todavía no ha alcanzado el pico de contagios y muertos por la pandemia del COVID-19, mientras las funerarias sugieren el uso de fosas para albergar a los fallecidos.
El Gobierno mexicano, que declaró la semana pasada haber entrado en la fase de mayor expansión de la pandemia, prevé alcanzar el número máximo de contagios el 10 de mayo, pronosticando que la enfermedad puede dejar hasta 8.000 muertos en el país.
Hasta el momento, hay 1.859 fallecidos y 19.224 casos confirmados, siendo la capital mexicana el principal foco: 328 muertos y 4.152 contagiados. “Ya lo estamos viviendo en Ciudad de México. Los crematorios disponibles ya están llegando a día de hoy a un 100% de su capacidad”, reconoció este viernes a EFE el vicepresidente de la Asociación Nacional de Directores de Funerarias (ANDF), Roberto García.
España
El país ibérico registró este viernes 1 de mayo un ligero repunte en la cifra de fallecidos diarios por coronavirus, con 281, trece más que ayer, y sumó 1.175 nuevos casos, pero mantiene la tendencia a la baja de los últimos días. Para el sábado, el total de muertes desde el inicio de la pandemia había superado los 25.000, y el de contagiados los 216.582, mientras que las personas que se han recuperado de la enfermedad ascienden a 117.248.
Investigadores del Centro Nacional de Biotecnología (CNB), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), iniciarán la próxima semana ensayos preclínicos con animales de un candidato a vacuna contra el COVID-19, basado en una modificación de la que se usó contra la viruela. Esto fue anunciado por el Ministerio de Ciencia e Innovación al explicar que los investigadores desarrollan una vacuna basada en una modificación del virus usado en la erradicación de la viruela en los años 70 del siglo XX, del equipo del CSIC que ya consiguió la generación de vacunas contra el ébola, el zika o el chikungunya.
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