La Policía de Sri Lanka anunció este sábado que está realizando una investigación sobre la ocupación de la Secretaría Presidencial, que durante casi dos semanas estuvo en manos de los manifestantes, algunos de los cuales robaron o dañaron varias propiedades de su interior.
“El Departamento de Investigaciones Criminales está realizando una investigación”, y está tomando huellas dactilares en el edificio para encontrar a los responsables, informó en una conferencia de prensa el portavoz de la Policía, Nihal Thalduwa.
Thalduwa agregó que el Departamento de Arqueología también trabaja para determinar el valor de las propiedades perdidas y dañadas.
Los manifestantes, que protestan desde finales de marzo por la severa crisis económica que sacude el país, asaltaron la Secretaría Presidencial el pasado 9 de julio, presionando al entonces presidente de Sri Lanka y principal objetivo de las protestas, Gotabaya Rajapaksa, a abandonar la isla y a dimitir a los pocos días.
Sin embargo, tras la investidura el pasado jueves del nuevo presidente, Ranil Wickremesinghe, este emitió una orden a todos los miembros de las Fuerzas Armadas para que estuvieran listos para mantener el orden público.
Una orden que cumplieron a rajatabla durante la madrugada del viernes, cuando desalojaron por la fuerza a los manifestantes que aún permanecían en el palacio presidencial, pese a que habían anunciado que abandonarían voluntariamente el complejo ese mismo día.
Estas muestras de violencia recibieron la condena de varios países y organizaciones internacionales, entre ellos Estados Unidos, Reino Unido o Naciones Unidas, aunque ni Wickremesinghe ni ningún miembro del nuevo Gobierno interino ha ofrecido por el momento explicaciones sobre los incidentes.
Quien sí se refirió hoy a ellos hoy fue Thalduwa, que se defendió señalando que la Policía había pedido a los manifestantes que abandonaran la Secretaría en nueve ocasiones antes de que procediesen al desalojo con la ayuda del Ejército.
Además, indicó que esa violencia no se extendió a los manifestantes que estaban presentes en el campamento denominado como GotaGoGama, frente a la Secretaría, contradiciendo los testimonios de varios de los presentes en la acampada, donde apenas quedan unas pocas carpas en pie.
“No hemos usado la fuerza contra los manifestantes en GotaGoGama. Se les da toda la libertad para llevar a cabo su protesta en el lugar”, dijo Thalduwa.
La Secretaría, que funcionó como una biblioteca mientras estuvo en manos de los manifestantes, tardará unos días en estar lista para volver a ser la oficina de Wickremesinghe, añadió el policía.
La moral de los manifestantes ha caído en picado desde la investidura de Wickremesinghe como nuevo presidente, después de que celebrasen como un éxito la renuncia de Rajapaksa.
La masiva acampada que se instaló hace más de 100 días en el parque Galle, frente al edificio de la Secretaría, y que se convirtió en el epicentro de las protestas, ha perdido todo su esplendor, y cada día son más los que abandonan el lugar sin esperanzas de que la situación en Sri Lanka vaya a cambiar.
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