La presidente de Brasil, Dilma Rousseff, abrió este miércoles en el Congreso la 54ª legislatura, con un mensaje donde reafirmó el compromiso de su gobierno en la lucha contra la miseria, tarea para la que pidió el apoyo de los legisladores.
“Lucharé firmemente para erradicar la miseria del país. La superación de la pobreza extrema no es un acto de voluntad, sino una consecuencia natural de una política macroeconómica capaz de generar amplio crecimiento económico”, dijo Rousseff al leer su mensaje al Congreso en la apertura de la legislatura.
La mandataria consideró “vergonzoso” que en “un país que produce millones de toneladas de granos aún haya personas que pasan hambre”. Para Rousseff, los poderes republicanos tienen “la obligación de profundizar la democracia, empezando por la necesidad más básica: erradicar la pobreza extrema de Brasil”.
En su mensaje, la presidente brasileña recordó que la consolidación de la democracia en el país “nos abrió un horizonte prometedor, de justicia social, de reducción de las desigualdades en todas sus formas”.
Rousseff también hizo un llamado al Poder Legislativo a trabajar “en conjunto” con el Ejecutivo para adelantar la discusión sobre una reforma general del sistema político partidario, asunto que ha estado en la agenda en por lo menos una década sin grandes avances.
La presidenta pidió asimismo la contribución del Congreso para avanzar en un proyecto de reforma del sistema tributario, otra asignatura pendiente que varios gobiernos consideraron esencial pero que no avanzó un milímetro en la última década. La ceremonia fue encabezada por el senador y ex presidente José Sarney, un aliado del gobierno y quien el martes fue escogido para presidir el Senado y el Congreso por cuarta vez.
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