El número de muertos este miércoles en un ataque de presuntos rebeldes ugandeses de la milicia islamista Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) en el noreste de República Democrática del Congo (RDC) ha aumentado de diez a 16, informaron hoy a Efe fuentes del Ejército congoleño.
El ataque ocurrió en la localidad de Kokola, ubicada a pocos kilómetros de la ciudad de Beni, en la provincia de Kivu del Norte.
“Es un balance (de víctimas) triste”, declaró a Efe por teléfono el portavoz de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC), comandante Mak Hazukai, que recordó que el Ejército lanzó a finales de octubre pasado una ofensiva contra las ADF y otros grupos rebeldes en el territorio de Benin.
“Ya hemos conquistado varios campamentos de la ADF y los perseguimos en sus últimos atrincheramientos”, aseguró el portavoz militar.
La calma y las actividades comenzaron hoy a reanudarse en Kokola y Beni, donde el ataque causó ayer una gran conmoción entre la población.
Las ADF empezaron su campaña violenta en 1996 en el oeste de Uganda como contestación política al régimen del presidente ugandés, Yoweri Museveni, pero la presión militar forzó su repliegue a la frontera con la RDC, desde donde efectúan incursiones en Kivu del Norte, sobre todo para saqueos y lograr aprovisionamientos.
Su agenda no es muy conocida, más allá de una posible conexión con la organización yihadista Estado Islámico (EI) y un repetido “modus operandi”, ocultándose y escapando a las operaciones militares gracias a una geografía montañosa.
Un informe publicado a finales de 2018 por el Grupo de Investigación sobre el Congo (CRG), un proyecto de investigación independiente con sede en la Universidad de Nueva York, reveló que las ADF habían conseguido el pasado noviembre financiación del EI.
De hecho, el EI se ha atribuido ya varios ataques letales en esta zona de la RDC que estaban, en un principio, atribuidos al ADF, grupo que no suele reivindicar sus acciones.
A principios de este milenio, los ejércitos ugandés y congoleño casi liquidan esta insurgencia, pero los rebeldes no desaparecieron por completo, se reorganizaron y empezaron a radicalizarse, llegando a ser el grupo más letal de Kivu del Norte en 2018.
Este año solo en esta provincia del noreste congoleño se han producido más de 300 ataques, en los que han muerto más de 700 personas (una treintena vinculadas a las ADF), según la herramienta de seguimiento Kivu Security Tracker, gestionada por el CRG.
El noreste de RDC lleva años sumido en un largo conflicto alimentado por las milicias rebeldes y los ataques de soldados del Ejército regular, todo ello bajo la supervisión de la Misión de Paz de la ONU en el país (Monusco).
Comentarios ()