Buzón


Calmaos, pueblo, calmaos

EL UNIVERSAL

10 de noviembre de 2012 12:01 AM

Llegó noviembre, y con ello el agua, La Maizena, la espuma y el buscapié; los desfiles y disfraces, las comparsas coloridas y el jolgorio popular. Todo un ambiente festivo y folclórico. Pero lejos de ser esto una fiesta para la integración ciudadana, lo que se traduce es un vandalismo y desorden público que atenta contra la seguridad y el bien colectivo. Después de los “banditos” que se realizan en diferentes barrios de la ciudad, la horda de asistentes se congrega en las esquinas y en las tiendas para continuar celebrando a ritmo propio los culminados desfiles, acto que no debería representar ningún peligro o riesgo, disturbios o enfrentamientos, pero, por desgracia, no sé qué pasa con los cartageneros, que destruyen el sentido heroico y la tradición, que disocian de todo evento cultural e inducidos por una conducta salvaje y poco ortodoxa, terminan por desbaratar todo en un santiamén. Hoy, Los diarios ya no pueden enfocar sus noticias a resaltar los eventos, sino a contar los muertos; y lo peor aún está por venir. Por eso, hago un llamado a la ciudadanía: ¡calmaos, pueblo, calmaos!, porque en una ciudad donde nadie gobierna, la sensación de libertad empuja la ignorancia; y a este paso, si no nos mata el hambre, terminaremos por matarnos entre nosotros mismos.
Ronald Campo Wees
C.C.No. 73.006.862 de Cartagena.

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