Buzón


Carta al mayor Luis Demetrio Yepes, secuestrado por el ELP

EL UNIVERSAL

13 de noviembre de 2012 04:54 PM

Querido Luis Demetrio:
Empezamos esta carta pidiéndote perdón a ti y a tu familia por el descuido al cual hemos incurrido como sociedad ante lo absurdo de tu tragedia. Hace 18 años dejaste un inmenso vacío en los corazones de las personas que tuvieron la fortuna de conocerte. Esos corazones hasta el día de hoy todavía esperan con ansias tu regreso para poder volver a presenciar tu cálida sonrisa y tu abrazo de padre y hermano. Hasta el día de hoy no hemos sabido sobre tu paradero, sin embargo, seguimos pendientes de ti.
Muchas veces por hacer lo urgente dejamos de hacer lo importante, y eso es lo que a miles de colombianos nos sucede a diario. Desafortunadamente nos hemos acostumbrado a la tragedia del secuestro. Suena absurdo, pero lamentablemente aceptamos esta injusticia sin hacer mucho al respecto. Le hemos dejado toda la responsabilidad al gobierno y a personas que al igual que tú, velan todos lo días por nuestra seguridad, sin caer en cuenta que llega un momento en el cual nos toca a nosotros, como hermanos de patria y ciudadanos de este país, velar por ustedes.
Conocemos de cerca el inmenso dolor y el grave daño que la ausencia de un familiar puede causar en una familia. Sin embargo, creemos firmemente en que más temprano que tarde vas a poder estar otra vez con tu hermana y tus hijos. No podemos decirte cuándo vas a estar de vuelta, pero sí podemos asegurarte que hoy tu familia te ama más que nunca y que te necesitan con mucha fuerza el día de tu regreso. El tiempo de Dios es perfecto y ten por seguro de que El será el encargado de retribuirte todo el tiempo que has estado alejado de ellos.
Ningún colombiano ha logrado ganar, ni a medias siquiera, las indispensables batallas que trae la vida como tú lo has hecho. Eres un guerrero y un ganador. Te felicitamos por tu espíritu, tu honor y tu coraje y te pedimos de todo corazón que nunca pierdas la esperanza. Sabemos que es fácil decirlo, pero te prometemos que estamos contigo y tu familia en esta dura batalla.
Te pedimos perdón, una vez más, por haber sido indiferentes ante tu dolor. Nos comprometemos contigo en no caer nuevamente en la indiferencia ante tu situación y la de las demás personas que siguen privadas de su libertad. No sabemos si lo que podamos hacer pueda ser mucho o poco para ayudarte, pero lo hacemos con todo el cariño del mundo. Aunque no te conocemos, compartimos tu dolor y desde lejos escribimos estas palabras sinceras con la esperanza de que crucen tu camino. Estamos seguras de que vas a salir victorioso de esta inhumana situación gracias a ese valiente corazón que llevas dentro y al cariño y apoyo que desde afuera tienes.
Cerramos esta carta con mucho amor y enviándote toda la fortaleza del mundo.

Atentamente,
Carolina Mejía y Camila Martelo, estudiantes de la Universidad de la Sabana de Bogotá, del programa Adopta a un Secuestrado.

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS