Cumbre de las Américas

A propósito de la VI cumbre de las Américas, escenificada en Cartagena, mientras el ciudadano común y corriente se percataba de una fingida opulencia en los actos de protocolo que nos distancia de la realidad cotidiana, una reconocida periodista colombiana revelaba, a través de un medio de comunicación global, la austera imagen del presidente de Uruguay, quien, honrando su integridad moral, no habita convencionalmente  en la mansión presidencial de su país. Lo hace en su humilde vivienda, quizá porque reconoce que representa los verdaderos valores de su personalidad. Y con ello no está renunciando a su misión de luchar para disminuir y superar la pobreza en su país; pero sí da un ejemplo: que la aspiración al desarrollo social y económico de los pueblos hay que construirla partiendo del reconocimiento de sus niveles de carencias, no dando la apariencia de que se es rico. En ese contexto, la inmensa alfombra roja en el Centro de Convenciones de Cartagena de Indias contrasta con la pobreza económica de la otra Cartagena, y de Colombia; y no representa la autenticidad de su indolora realidad,  cuando supere los estertores de la Cumbre.
Álvaro Olivera Díaz.
C.C.No. 73.071.933 de Cartagena.