Buzón


El latinismo a ultranza

Chávez le replicó al papa Ratzinger, porque dijo que debíamos agradecer de Europa la civilización. Chávez le recordó que no hubo civilización, sino una barbarie y que este continente tenía sus lenguas y un nombre que era Abiayala. Luego, leyendo textos de Iván Van Sertima y del africano Eugenio Nkogo Ondo me encuentro que la palabra Abiayala también figuraba en las denominaciones de los viajeros africanos precolombinos al referenciar esta tierra. Recorriendo la arqueología de la palabra "Latinoamérica",  hallo que  tiene su origen en una identidad continental excluyente de las élites del siglo XVIII, los criollos blancos,  para diferenciarse del mulataje, de los africanos, los afroamericanos y de los indígenas, "razas" o castas, que ellos  consideraban inferiores. Las cosas tiran hacia su cauce de intención originaria: resulta que la mayoría de la música afroamericana (cumbia, regaee, porro, champeta, reguetón, joropo, bullerengue, tango, etc.), luego de sufrir la natural exclusión de los herederos intelectuales del "latinismo" racista, al ser oficializados, enseguida los etiquetan como "música latina", aunque nada tengan de latinos. Fidias Escalona, historiador venezolano, propone que lo más justo es llamar a esa música "del Caribe". Simón Rodríguez criticaba ese latinismo, porque partía de una auto consideración mental perezosa, donde ellos renunciaban como "latinos" a crear ciencia y tecnología, porque eso,  "era un vicio inhumano de los anglosajones y germanos".
Nicolás Contreras Hernández.
C.C.No.92.226.628 de Tolú.


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