Está corriendo por nuestra T.V. en horario AAA, con una alta sintonía, la triste historia del criminal más grande que ha tenido el país. Recordar la historia, así sea sobre hechos dolorosos y recientes no es para nada malo. Lo peligroso de esto es el efecto negativo que pueda dejar en niños y adolescentes, cuando está demostrado por los hechos pasados y actuales que las defensas morales de los colombianos son muy bajas. ¿Qué tal la perlita que nos dejó, en uno de los capítulos de la serie, la madre de Pablo, cuando le dice al niño: “mijo, aprenda que si va hacer algo malo, lo tiene que hacer bien, para que no lo agarren”. ¿Cómo cala en los adolescentes la vida que el capo se da con tremendos bizcochos? Los valores morales y éticos de Luis Carlos Galán, Rodrigo Lara Bonilla y Guillermo Cano se ven opacados. Como no podemos negar nuestra historia, solo nos queda la opción de hacer fuerza para que el mal ejemplo de Pablo no vaya a permear la moral de niños y adolescentes. Los adultos tenemos la responsabilidad de evitarlo. Aún falta mucho tiraje para que el capo caiga muerto sobre el tejado de una casa en Medellín, demostrando así que el crimen, el soborno y el terrorismo no pagan.
Gilberto Morales Grau
C.C.No. 17.188.100 de Bogotá
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