La corrupción

Refiriéndome al pronunciamiento de la Corporación Transparencia por Colombia quiero anotar lo siguiente: todos los colombianos somos conscientes del gran perjuicio económicos que causan los actos de corrupción a un país y a sus conciudadanos. Pero mientras se promulgue y no se tomen medidas estrictamente necesarias para combatirlas todo queda en pura demagogia. Es que la corrupción hay que atacarla desde las altas esferas del poder central, hasta el poder primario pero con sanciones ejemplarizantes tanto penales, disciplinarias y pecuniarias, sin tener en cuenta el poder que este personaje corrupto ejerza en el momento de cometer el delito llámese procurador, contralor, congresista, juez de la república o ciudadano corriente. Pero lo caótico de esta situación está en quien le pone los cascabeles al gato porque si hay ciudadanos que tenemos el valor civil de denunciar ya sea a través de los medios de comunicación o con una acción jurídica, pero nos vemos frustrados cuando algunos jueces valiéndose de artimañas jurídicas en asocio con los demandados terminan dando un fallo desfavorable a las pretensiones del actor a pesar que se presenten todas las pruebas idóneas que demuestran la causa del delito. Pero como en la justicia el error no importa porque casos hemos visto que termina el demandante preso y el causante injuriado o calumniado por demanda temeraria, yo considero que para combatir la corrupción tenemos que reformar la justicia y las leyes para que los casos de corrupción después del fallo en primera instancia, pasen directamente a la Corte Suprema de justicia para su revisión, ya que hasta la presente es el único ente judicial que esta demostrando independencia de poder. Marvin Ahumada Otero C.C.9087190 de Cartagena