La prevalencia del interés general

Ahora que entramos en nuevos procesos de paz es bueno que el Estado Colombiano, como supremo rector de la actividad económica, no siga olvidando que tiene que entregarle mucho vigor, sentimiento, cariño y contenido a la economía solidaria, para que muy buena parte de la paz social se consiga por ese camino.
Los grandes conglomerados a su vez, deben preocuparse por pagar dignificantes salarios a sus trabajadores de menor grado de estudios y desempeño, como evitar salarios exorbitantes a sus ejecutivos. Hay que reducir las colosales brechas entre ambas remuneraciones.
El Estado debe incentivar por medio de figuras tributarias el renacimiento como el nacimiento de empresas que se comprometan a hacer competitividad sin llenarse de maquinaria y tecnología, que a la larga expulsa y ahorra grandes unidades de trabajo, de seres humanos; porque todo ello acrece el desempleo. Hay que fortalecer el mercado interno.
Los altos servidores públicos que sirven a todas las ramas de los poderes deberían donar un porcentaje representativo, para animar fondos sociales para la solidaridad social.
Todos los partidos políticos tienen que ser nobles en sus principios fundamentales. Por todo ello nunca pueden olvidar que La Constitución de Colombia "está fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general”.
Se debe imponer en ellos la virtuosa metodología de las listas cerradas, para que de veras se fortalezcan.
Los ciudadanos esperamos de todos los dirigentes partidistas mayor compromiso y respeto con la Ley de leyes, pues en muchas ocasiones nos parece que muchas de ellos no se preocupan en su discurrir intelectual por ella. No la tienen en sus glóbulos rojos. Son anémicos en ese sentido. Inventan discursitos inanes.

Rogelio Vallejo Obando
CC. 19.127.119 de Bogotá.