En respuesta al señor Víctor Esquivia Muñoz, con respecto a la misiva enviada al Buzón de El Universal, quiero refutarle: el hecho de que como profesionales de la salud no manejemos los conceptos técnicos de las líneas de alta tensión, como lo hace un funcionario de ISA, no nos exime de conocer cuáles son los efectos de la onda electromagnética en los humanos. Pues bien, existe un espectro electromagnético donde hay radiaciones ionizantes y no ionizantes, y ese "campo electromagnético" pertenece al segundo grupo. Y el RETIE (Reglamento Técnico de Instalaciones Eléctricas) Resolución 181294 de 2008, en los artículos 14 y 24 establece los requisitos mínimos de intensidad en las zonas públicas, bajo lineamientos estrictos de la OMS (Organización Mundial para la Salud) y la Comisión Internacional de Protección contra Radiaciones No Ionizantes (ICNIRP). Además, la OMS y el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) realizaron en el 2007 una investigación sobre “Campos electromagnéticos y Salud Publica” y se coincidió que la exposición aguda a niveles mayores de 100 microteslas "puede tener efectos biológicos, atribuibles a mecanismos biofísicos, causar estimulación neural y muscular y cambios en la excitabilidad neuronal del sistema nervioso central”.
Irina Escudero Sabogal
C.C. No. 45.529.623 de Cartagena.
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