Buzón


Niños con tumor

Gracias a El Universal, nos hemos enterado por segunda vez, sobre la situación  en la que se encuentra el niño Juan Alvarez, de solo tres años, que tiene un tumor en la cabeza. Ya lo habíamos olvidado, dando por descontando ya había sido operado. Pero la realidad es otra. Hasta cuándo la familia Alvarez Lorduy (a quienes no conozco) debe esperar que el nudo de la tramitología se desenrede, mientras a Juanchito le crece aun mas este tumor, que según el diagnostico lo tiene a las puertas de comprometer vitales funciones neurológicas como el lenguaje, visón, oído y tal vez su movilidad. ¿Hasta dónde el dichoso papeleo puede dilatar la urgencia de una intervención? ¿Hasta cuándo estos atribulados padres deben soportar este calvario?. No se les está haciendo un favor ni muchos menos caridad, tienen y cuentan con un derecho adquirido y Cafesalud, debe en sus trámites internos con la EPS o quien sea, internamente resolver los tramites sus competencias y valores.
De manera que no se tome como pretexto, evasiva o dilación a asumir a cualquier costo la o las intervenciones que Juanchito requiera. Se trata de la salud, se trata de la urgencia de la misma antes que le invada el cerebro con las consecuencias antes descritas y diagnosticadas. Hasta cuándo esta familia tendrá que soportar la hamaca en que los han metido. Como quien dice son los convidados de piedra. Pido que cese ya ese calvario vergonzante. La resistencia y tolerancia tienen sus límites. Cuando a este atribulado padre cansado de tanto deambular y tocar puertas se le llene la medida y en su desespero cometa algún disparate, es en ese momento que comprenderíamos el por qué este país es violento. Si gracias a El Universal, conocemos esta denuncia, nos debemos pellizcar y preguntar: cuántos como Jaimitos y sus familiares se encuentran en iguales circunstancias? vergonzantes y como gitanos recorriendo dependencias, sitios y ciudades sin lograr conmover la insensibilidad que se ha entronizado en estas comercializadoras de la  salud. Jaimito no es solo el hijo del matrimonio Alvarez Lorduy;  tomémoslo como símbolo, que podría ser el hijo todos.
Hago un llamado al Defensor del Pueblo, al Instituto de Bienestar Familiar, a la Personería y finalmente al Ministerio de Salud, para que de una vez por todas ponga en cintura a estas prestadoras, o mejor dicho comercializadoras que han impunemente mercantilizado la salud.

Abraham Ibarra Bustamante
CC.No, 3.789.313 de Cartagena.

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