Voto de conciencia

La transformación de las costumbres políticas, administrativas y culturales de Cartagena y Bolívar, no son cuestión de poca monta. Pero si el pueblo se pellizca, reflexiona y emprende la acción de hacerlo realidad, puede tornarse complejo, pero jamás imposible. Por eso las próximas elecciones de Senado y Cámara de Representantes, son propicias para que los ciudadanos cambien de actitud, ejerzan con sensatez el voto de conciencia y apoyen solamente a los candidatos que no hayan defraudado a la gente. La mayoría de nuestros congresistas suelen seducir a los electores mediante promesas que nunca cumplen. La actitud del congresista debemos evaluarla por el ejercicio del control político y la defensa de los proyectos de ley, los cuales tienen que estar en consonancia con los requerimientos de la nación, porque los intereses personales, grupo o partido, no deben estar por encima de los superiores del país. Los congresistas están obligados a rendir cuentas claras de su gestión, si pretenden ser reelegidos. El elector tiene que analizar su trayectoria, su compromiso y vocación de servicio, sus calidades personales, profesionales, éticas y morales. Y su comportamiento parlamentario, para decidirse por la mejor opción, porque algunos han preferido la ad-hesión sumisa al poder mediático, antes que defender con dignidad, sus valores, principios y convicciones ideológicas. Es inaplazable dignificar el ejercicio de la actividad política, para poder rescatar la credibilidad, legitimi-dad, confianza y el liderazgo perdido, eligien-do congresistas por méritos, que le den a sus actuaciones una función social y humana. Benjamín Maza Buelvas C.C. No 9.072.891 de Cartagena