Vivimos en una ciudad llena de malas noticias, donde la desesperanza tiende a apoderarse de cada uno de nosotros. Este ambiente perverso no permite ver las cosas buenas que pasan a nuestro alrededor, aquellas que reconfortan y hacen pensar que el cambio es posible. La cooperativa Coosalud es una de esas cosas buenas que pasan en Cartagena y merece ser reconocidas.
Para aquellos lectores que no lo sepan, Coosalud es una entidad cooperativa que se desempeña como una empresa promotora de salud (EPS) del régimen subsidiado en salud. En la actualidad, Coosalud es la EPS con el mayor número de afiliados: más de dos millones en todo el país. Ha sido reconocida por el Ministerio de Salud como la mejor EPS del régimen subsidiado. Además de esto, en 2015 ocupó el primer lugar en el ránking de los mejores lugares para trabajar en Colombia y estuvo entre los diez primeros en América Latina, donde fue la única empresa colombiana.
En una ciudad donde el trabajo conjunto no es la principal característica, resulta que existe una empresa cooperativa que ha logrado sobrevivir exitosamente por 25 años. Lo interesante de todo esto es que es una empresa que surgió en dos de los sectores más marginados de Cartagena, El Pozón y Olaya, y que ha logrado posicionarse como la mejor EPS del régimen subsidiado y que en estos momentos también trabaja en el régimen contributivo. Esta cooperativa se formó a partir del trabajo de líderes de barrios populares, rompiendo esquemas de desconfianza y superando las limitaciones que imponía la escasez de recursos.
Todo comenzó con la Ley 100 de 1993, que creó el sistema de salud vigente con dos regímenes: el contributivo y el subsidiado. La idea central era reorientar los subsidios de la oferta a la demanda, a través de las EPS que se encargarían de afiliar a los beneficiarios, quienes podrían escoger su prestador de servicios. Bajo el nuevo esquema se podrían crear cooperativas de afiliados que asumieran el papel de EPS.
En Cartagena se inició un piloto en El Pozón que, para alcanzar los 5.000 afiliados exigidos por la norma, se extendió a Olaya. Sus fundadores fueron gente del común que recorrieron las calles para conseguir los afiliados. A ellos Coosalud les cambió la vida, no solo por su cobertura en salud sino también por poder trabajar en una gran empresa que les permitió educarse y sacar adelante a sus familias.
Historias como la de Coosalud son un ejemplo de que el cambio es posible, que hay un gran capital humano en la ciudad y cuando los cartageneros deciden trabajar conjuntamente puede cambiar la cruda realidad.
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